Existe un experimento hipotético, o juego mental, que se conoce como el gato de Schrödinger. Esta paradoja fue ideada por el físico Erwin Schrödinger en los años 30 del siglo XX. Surge como parte de las discusiones que el físico sostenía con su célebre colega, Albert Einstein, sobre un estado llamado superposición cuántica. Este estado, para decirlo de manera sencilla, se refiere a que los sistemas cuánticos pueden existir en estados múltiples de manera simultánea.
En esta paradoja se coloca a un gato en una caja cerrada, con un dispositivo integrado por un contador Geiger, un martillo y un frasco de veneno volátil. Junto al dispositivo se coloca un átomo radioactivo, que tiene el 50% de probabilidades de emitir, en el lapso de una hora, una partícula alfa; si esto sucede, el contador acciona el martillo para romper la ampolleta de veneno. En este periodo de tiempo se habrá emitido la partícula o no se habrá emitido, y el gato puede estar vivo o muerto. La paradoja radica en que hasta que no se abra la caja para comprobar el estado del sistema, el gato está vivo y muerto simultáneamente.
Se trata de un tema científico, sin embargo, cuando Schrödinger planeta esta paradoja, hizo algo más que crear un experimento célebre, encerró en nuestra imaginación un gato. Y es que esta paradoja, si se transpola, nos habla de una experiencia muy humana, la incertidumbre.
A partir de esta idea es que César Chagolla, autor y director de Variaciones Schrödinger aborda un tema que es una realidad en nuestro país.
Aquí te decimos tres razones para ver Variaciones Schrödinger.
1. Un tema que duele pero que debemos voltear a ver. El tema de las desapariciones forzadas es una realidad en nuestro país. Una realidad dolorosa que afecta, aunque no seamos siempre consiente de ello, a toda la sociedad. Las familias de los desaparecidos viven en este estado del que habla la paradoja, mientras no posean información sobre el destino de sus seres queridos, los ausentes están vivos y muertos. Un estado de incertidumbre y dolor que erosiona y destruye.
2. Una visión que profundiza. Muchas veces el tema de las desapariciones, automáticamente, lo vinculamos con la delincuencia organizada. Sin embargo, el fenómeno trasciende estos límites. En México se ha documentado que en muchas de las agresiones y desapariciones contra defensores ambientales, comunicadores, ejidatarios, académicos, etc., están involucradas autoridades o empresas extractivas. Este montaje echa luz sobre este aspecto no tan conocido de las desapariciones.
3. Interpretaciones y espacio escénico. Gabriela Núñez, Luis Miguel Lombana, Raúl Andrade y Jorge Rojas nos colocan con sus actuaciones en la espiral de dolor e incertidumbre que atraviesan los personajes. Las intensas interpretaciones nos arrancan el aliento, en un frío espacio escénico que nos recuerda un hogar, pero cuyas líneas frías nos recuerdan lo que ha provocado una ausencia.
Esta obra no te la debes perder si te gustan las historias intensas, que hablan de temas fundamentales y que nos ayudan a entender mejor nuestra realidad. Sí, se trata de un drama conmovedor, pero te aseguramos que el teatro sirve para sanar como individuos y como sociedad. La experiencia que nos ofrece el elenco y equipo creativo de esta obra encoje un poco el corazón, pero nos da la oportunidad de ver de frente una realidad que no debemos normalizar.
Para más información, horarios, boletos y más, haz clic aquí.
Por Óscar Ramírez Maldonado, Foto: Luis Quiroz.
No dejes de recibir en tu correo, Facebook o Twitter toda la información y los estrenos de las obras de teatro de la Ciudad de México.