Estamos a unos cuantos días del Día de Muertos y de Halloween. En esta época del año, nuestra curiosidad por lo misterioso y lo oscuro se despierta. Disfrutamos de historias que retratan las partes menos luminosas de la humanidad.

El arte, y por supuesto el teatro, tienen su cuota de personajes que no son precisamente un ejemplo de virtud. Sin embargo, son personajes que se han vuelto referentes y que, de alguna manera, a pesar de su oscuridad, nos fascinan como público. Aquí te platicamos sobre 5 de ellos.

Don Juan Tenorio (Don Juan Tenorio, de José Zorrilla). En estas fechas no podríamos comenzar esta lista con otro personaje. En México, es toda una tradición los montajes de esta obra en la temporada de Día de Muertos. Don Juan es, sin lugar a dudas, un ser sin escrúpulos: seduce a mujeres por placer y no tiene problema con arrasar con la vida y el honor de quienes se cruzan en su camino. Sí, lo sabemos, es un tipo absolutamente inmoral, pero el público cae cautivado —así como sus víctimas— por su carisma y espíritu de libertad. Es un antihéroe que podríamos calificar como truculento, pero entrañable.

Sweeney Todd y la Sra. Lovett. (Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street). Los musicales también tienen su cuota de personajes de esta clase. Los primeros en nuestra lista son ya icónicos dentro del teatro. Esta pareja combina en su personalidad venganza, asesinato, avaricia y canibalismo, una combinación nada agradable. Sin embargo, como público, terminamos empatizando con él debido a su trágica historia y su deseo obsesivo de justicia ante el tremendo dolor que vivió. Con la señora Lovett sus humor negro, su lucha por la supervivencia y su deseo desesperado por encontrar amor y compañía, hace de ella un personaje entrañable.

Audrey II (La Tiendita de los Horrores). ¿Cómo no adorar a una plantita que habla y que vemos cómo va creciendo? Sí, sabemos que no se trata de la más tierna de las criaturas, pero esta planta carnívora es uno de los villanos favoritos del teatro musical. Su humor sarcástico y sus pegajosas canciones hacen que se nos olviden un poco sus tendencias asesinas. Es, sin duda, una planta con mucha personalidad y muy extravagante; esto la hace un personaje macabro pero inolvidable.

Medea (Medea, de Eurípides). Las tragedias griegas están llenas de personajes que son ejemplo de virtud o lo contrario. Muchos de ellos tienen una carga oscura muy grande; una de ellas es Medea. Esta figura trágica y macabra de la mitología asesina a sus propios hijos para vengarse de su esposo, Jasón. Este terrible acto es impulsado por la ira y por sentirse traicionada. El dolor de Medea es tan grande que, como público, llegamos a sentir empatía por ella. Afortunadamente, esta figura en los últimos años ha sido objeto de relecturas por varios dramaturgos y especialistas, rescatando otra versión del mito donde no es ella quien asesina a sus hijos, sino el pueblo de Corinto.

El Fantasma (El Fantasma de la Ópera, de Andrew Lloyd Webber). Asesino, obsesionado y secuestrador, esas son las características de este personaje. Se trata de un ser atormentado y trágico; sin embargo, logra despertar en el espectador horror y compasión. Su vulnerabilidad y su soledad hacen que, a pesar de sus actos, establezcamos una conexión emocional con él; finalmente, él se convirtió en lo que es por el injusto rechazo de la sociedad.

 

Por Óscar Ramírez Maldonado.