Paula Zelaya Cervantes — Mil veces no
Una dirección honesta que convierte al público en cómplice de esta historia. Crea un universo auténtico que, aunque distante del 2025, se siente cercano e invita a imaginar.
Clemente Vega — Los Fridos
Su visión escénica acerca al público a la figura de la mítica pintora mexicana Frida Kahlo, envolviéndonos en una atmósfera nostálgica y en el mundo íntimo de los Fridos.
Enrique Singer — La niña en el altar
A través de las palabras, el director construye imágenes poderosas que sumergen al público en el mito de Ifigenia, Clitemnestra y Agamenón de una forma profunda y conmovedora.
Angélica Rogel — Cómo aprendí a manejar
La dirección nos transporta, de manera orgánica, a distintos lugares y épocas. Junto al elenco, construye personajes profundamente humanos que revelan la crudeza de la pedofilia.
Nir Paldi — Hasta encontrarte
Con elementos puntuales y la corporalidad de su actriz, logra conectar al público con la cruda realidad que enfrenta el país.
Aurora Cano — Los empeños de una casa
Nos presenta el clásico del Siglo de Oro con una propuesta fresca. Con dirección precisa, guía a un elenco numeroso y orquesta una serie de enredos que involucran y divierten al público.
Anahí Allué — Asesinato para dos
Con tan solo dos actores y un piano, logra dar vida a un musical con 12 personajes llenos de matices, atrapando al público de una forma única.