Micky desea convertirse en rocanrolero, pero su padre está alejado de la música. Con la ayuda de un gato y su amiga Chispita, Micky viaja a los años 80 a través de un LP y descubre que su padre, Benny, formó parte de una banda llamada Timbiriche.
La vida es mejor cantando muestra avances generacionales en temas de inclusión al abordar de manera natural la diversidad, que incluye una familia homoparental, la adopción y la transexualidad.
Este musical apuesta por la nostalgia. Miss Dulce, sí, la misma de Mentiras, el musical anima a los Timbiriche a participar en Juguemos a Cantar, un programa que seguramente conoces si creciste en los 80. Para aquellos menos familiarizados con la música de Timbiriche o los referentes culturales de esa década, podría ser más difícil conectar con algunas escenas.
José Manuel López Velarde juega con el viaje en el tiempo para que distintas generaciones se identifiquen con esta historia. Sin embargo, las situaciones que enfrenta la generación del 2024 no están claras, lo que hace que todo el peso de la historia recaiga en los años 80, olvidando a los personajes de la generación actual.”
La vida es mejor cantando se presenta en el Teatro Aldama los sábados y domingos a las 11:00 y 13:30 horas.
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