Al caer la noche, el Lago de Chapultepec deja de ser un rincón sereno del bosque para transformarse en un escenario flotante. Sobre el agua, las luces comienzan a dibujar figuras y sombras; el viento huele a copal, y los sonidos de tambores y mariachis anuncian que los dioses antiguos y las almas festivas están a punto de aparecer.

Así da inicio La muerte en México está más viva que nunca, el nuevo espectáculo de la Compañía de Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, que celebra el Día de Muertos con una puesta en escena monumental y profundamente mexicana.

Entre el 30 y 31 de octubre, y el 1 y 2 de noviembre, la isleta del Lago de Chapultepec se convertirá en el corazón palpitante de esta tradición. El público será testigo de una experiencia que mezcla danza, música y ritual en un entorno natural que parece hecho para el mito.

En escena, los bailarines reviven leyendas, fiestas y ritos dedicados a la muerte, desde los tiempos prehispánicos hasta las celebraciones actuales en los estados de Veracruz, Michoacán, Oaxaca y Jalisco.

La propuesta, visualmente impactante, inicia con un homenaje a las danzas prehispánicas: los bailarines evocan los movimientos de los antiguos guerreros y sacerdotes que honraban a los dioses de la vida, del agua y del inframundo.

De ahí en adelante, cada cuadro es una ofrenda viva: La danza de los viejitos, Los paloteros y las mujeres tarascas que cantan esperando a sus pescadores. Piezas que habían dormido en el repertorio del Ballet Folklórico por más de dos décadas, ahora regresan con una fuerza renovada.

El recorrido continúa con una versión emotiva y mágica de La Llorona, donde el agua, los rebozos y la iluminación crean un hechizo visual. En paralelo, la coreografía La vida es juego, entrelaza el amor y la muerte en un diálogo corporal que conmueve y divierte a partes iguales. Todo sucede rodeado de altares, ofrendas, catrinas y flores, bajo un cielo que parece encenderse al ritmo de las danzas.

Queremos que se convierta en un referente de la Ciudad de México”, dicen los creadores, y basta ver un ensayo para entender por qué. No existe otro espectáculo que reúna tantas expresiones del Día de Muertos —de lo ritual a lo festivo, de lo ancestral a lo contemporáneo— en un ambiente tan místico.

Con un aforo para mil personas por función, La muerte en México está más viva que nunca, no es solo un homenaje escénico, sino una invitación a mirar la muerte con alegría, a bailar con ella y a recordar que, en México, la memoria nunca se apaga: simplemente cambia de ritmo.

Las funciones continúan este 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre en la Isleta del Lago del Chapultepec a las 19:30 h, se recomienda llegar 30 minutos antes, y bien abrigados por ser un espectáculo al aire libre, para más información, da clic aquí.

Por Itaí Cruz