¿Cuál es la última obra de un dramaturgo mexicano del siglo XX que has visto en escena?

Esta semana se conmemora el nacimiento de Salvador Novo y el fallecimiento de Víctor Hugo Rascón Banda, escritores del siglo XX que marcaron la historia de la literatura mexicana. Ambos dramaturgos escribieron sin censura, fueron activistas en contra del prejuicio y la discriminación, abiertamente homosexuales y extraordinarios escritores comprometidos con la crítica social y la exploración de la condición humana. Hace cuatro años, Próspero Teatro montó A ocho columnas de Salvador Novo. En 2012, DeSazón escrita por Víctor Hugo Rascón Banda, se presentó con las actrices Angelina Peláez, Julieta Egurrola y Luisa Huertas.

¿Por qué las obras de los dramaturgos mexicanos del siglo XX no se montan tan frecuentemente como las de sus contemporáneos extranjeros?

Por ejemplo, bajo la dirección de Antonio Castro, Panorama desde el puente de Arthur Miller llegó al Helénico en 2024. Antes de eso, Arcelia Ramírez ganó el premio a Mejor Actriz en los Premios del Público por  Todos eran mis hijos, dirigida por Diego del Río en 2023. En 2012, se presentó Muerte de un viajante bajo la dirección de José María Mantilla, y ese mismo año, Panorama desde el puente con la dirección de José Solé.

El caso de Tennessee Williams no es distinto. El 3 de agosto estrena Un tranvía llamado deseo que ya se había presentado en el Helénico en 2017. En 2018 pudimos ver otro texto de Williams, El zoológico de cristal.

Y esto solo es un ejemplo.

La dramaturgia mexicana del siglo XX se caracteriza por su mirada crítica, cruda, sarcástica, polémica y divertida. Los textos de dramaturgos como Emilio Carballido, Xavier Villaurrutia, José Gorostiza, Jorge Ibargüengoitia, Vicente Leñero, entre otros, deberían montarse con mayor frecuencia para ayudarnos a entendernos como sociedad.

¿Por qué creen ustedes que esto sucede?