Las tragedias y las comedias de la Grecia antigua tienen una serie de elementos y estructuras características. Algunas de ellas son compartidas y otras son diferentes.
En términos generales, podemos identificar una estructura narrativa que tiene un inicio, un nudo y un desenlace. Esta estructura, dependiendo de si se trata de una tragedia o una comedia, se adapta a las distintas partes en cada género.
Aristóteles señala en su Poética que las partes de una tragedia son: prólogo, episodio, éxodo y las partes del coro (párodo y estásimo). El prólogo se presenta primero, seguido del párodo del coro. A continuación, se desarrollan los episodios, intercalados con estásimos (cantos corales con cierta métrica), y finalmente viene el éxodo, una intervención del coro no cantada.
El prólogo proporciona una serie de datos sobre la narración, como la ubicación temporal y espacial, información sobre los mitos que se abordan o por qué el héroe de la tragedia recibirá algún castigo. Esta parte la recitaban dos actores o uno solo. A este prólogo seguían los párodos del coro, que incluían un canto lírico y danzas.
Los episodios, generalmente entre 3 y 5, consistían en diálogos entre el coro y los personajes, o entre los personajes. Aquí se expresan los pensamientos de los personajes; en estos episodios se pueden incluir agones, que son enfrentamientos dialécticos entre los personajes.
Los estásimos dividían los episodios y eran intervenciones del coro en las cuales no había danza. En estas intervenciones, el autor exponía sus ideas, ya fueran políticas, religiosas, filosóficas, etcétera.
La parte final de la obra consistía en el éxodo, en el cual hay cantos líricos y dramáticos. En esta parte, el héroe reconoce sus errores y recibe un castigo, momento en el que se da una enseñanza moral. El éxodo era pronunciado por el coro o el corifeo (representante del coro).
Tragedia y comedia comparten el uso de diálogo, canto coral y danza, así como ciertas partes. Sin embargo, la distribución de estos elementos varía entre ambos géneros. Las partes dialogales, en ambos casos, se realizaban en metro yámbico, es decir, un pie de métrica con una sílaba breve y otra larga.
Por su parte, en la comedia se pueden encontrar varias partes que comparte con la tragedia. Iniciaba con un prólogo, continuaba con la entrada del coro (párodo), luego venía el episodio, el agón (en este caso fuera del episodio y en el cual se enfrentan dos posturas), el parábasis (el coro se dirige al público para alabar al autor o lanzar críticas a personajes o instituciones), y finalmente el éxodo.
Debido a que estas partes no encajaban del todo en la estructura que Aristóteles atribuyó a la tragedia, y la cual algunos estudiosos querían aplicar a la comedia, desde finales del siglo XIX los investigadores propusieron otra estructura para las comedias de Aristófanes: prólogo, párodo, agón, parábasis, escenas yámbicas y éxodo.
El agón es una disputa donde se presentan las dos posturas enfrentadas en la obra. La parábasis es el momento en que el coro habla directamente al público para alabar al autor o para criticar o burlarse de personajes e instituciones.
En las comedias de Aristófanes, de quien se conservan once obras, el agón era el núcleo de su comedia. Este tenía una estructura simétrica, cada una de las mitades representando una de las posturas en litigio.
La parábasis presenta un esquema similar al del agón. En ella, el coro se dirige al público y sirve para explicar las ideas del autor.
Las escenas yámbicas exponen las consecuencias del triunfo del protagonista. En el éxodo, el héroe de la comedia celebra su victoria, ya sea en un banquete o una fiesta.
Por Óscar Ramírez Maldonado.
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