Hay espacios que se sienten como casa y en los cuales se cumplen nuestros sueños. El Teatro Hidalgo ha sido este lugar para Juan Torres durante los últimos diez años de su vida. Este año, el productor está cumpliendo una década de estar al frente de este emblemático recinto, al cual califica como “la joya de la corona de los teatros del Seguro Social”.

Con este motivo, entrevistamos al productor, quien nos recibió en uno de los lobbies del teatro, rodeado de algunos recuerdos de estos diez años. Flanqueado por vestuarios de las obras que ha montado en este teatro y por una placa conmemorativa, nos dice que se trata de un espacio que quiere y respeta, el cual “es el lugar donde he hecho mis sueños realidad”.

Cuando tomó en 2015 las riendas de este histórico teatro, ubicado a espaldas del Palacio de Bellas Artes, se trataba de un espacio “que estaba frío” —el término en el argot teatral para definir a un espacio que no tiene o ha perdido la cercanía y preferencia del público—, explica Torres. “Con los proyectos que hemos hecho, le hemos dado vida, y eso me ha hecho sentir muy contento, porque ha sido algo maravilloso el poder estar al frente de este teatro por una década. Como se lo he dicho a todo el mundo, me colé aquí diez años y ha sido muy interesante”, destaca.

Su mejor etapa como productor y como persona

En este periodo de su vida, nos confiesa, siente que se encuentra viviendo su mejor etapa como productor y como persona: “Llevo 27 años de carrera, he aprendido mucho. Cada proyecto me ha enseñado muchas cosas, y cada proyecto me ha aterrizado más, entonces hoy creo que soy un mejor productor, creo que he avanzado pequeños escalones en cada proyecto, creo que todo el aprendizaje de todos los proyectos ha sido en beneficio del siguiente”, nos explica.

En el tema personal, el productor de La tiendita de los horrores destaca que considera que se llega a cierta edad y a cierto lugar en el que “no aspiras más que a ser feliz con lo que haces, a sentirte en paz con lo que puedes darle al mundo”. En este sentido, agrega, hace varios años entendió que su misión como ser humano es hacer teatro.

Esta misión, abunda, es “poder, particularmente en México, luchar, hacer un esfuerzo muy grande por seguir haciendo teatro. Lo he logrado, así que hoy me siento muy feliz con esto. La verdad es que doy muchísimas gracias por esta oportunidad, al Teatro Hidalgo, a tanta gente que me ha apoyado, a todos los artistas, a todas las obras, al público, porque gracias al público es que esto ha sido un sueño que se ha hecho realidad”.

El éxito en el teatro “no se patea”

Los retos, el tiempo y la experiencia nos transforman, por eso preguntamos al productor de obras como La jaula de las locas y El mago qué le diría al Juan Torres de hace una década: “Vas a escuchar muchas voces, pero no dudes, en tus instintos tienes que confiar, y hoy lo felicitaría muchísimo, porque la verdad, es una década de un gran trabajo, y el trabajo no solamente implica qué pusiste artísticamente, es un trabajo de resiliencia muy importante, de no tirar la toalla en distintos momentos, de vivir muchas cosas que nos tienen el día de hoy con un teatro hermoso”.

En aquel entonces, nos cuenta, tenía muchas ganas, mucha ilusión, fe en lo que estaba haciendo y mucha confianza en sí mismo. Tomó la decisión de montar La jaula de las locas en el recinto ubicado en la Avenida Hidalgo a pesar de que fueron muchos quienes le dijeron que no funcionaría. “Venía por 100 funciones de La jaula de las locas y fueron mil 200. Yo, de hecho, en esa etapa venía a terminar mi etapa aquí como productor de teatro para irme a estudiar”, confiesa.

Lo que iban a ser solamente 100 funciones se transformó en “el éxito de mi vida”, subraya. Ante esto, señala: “Recordé una de las grandes enseñanzas de doña Susana Alexander, que fue mi gran maestra en el teatro, quien me dijo que nunca el éxito se patea en el teatro, porque el teatro te lo cobra”.

Momentos memorables

Entre los momentos que ha vivido al frente de este teatro, el productor recuerda algunos que lo han marcado. Por ejemplo, un momento que fue impresionante fue cuando la actriz Jacqueline Andere, al develar la placa de las 100 representaciones de La jaula de las locas, cayó al foso de los músicos. Fue un momento tenso, destaca, pero que tuvo un final feliz, pues contaban con una red de protección en el foro. El incidente quedó, afortunadamente, en una anécdota solamente.

Este mismo montaje le dio otro de los momentos que más recuerda. El cierre de la obra, después de mil 200 funciones, fue importante para él, pues se trató de su motivación durante la pandemia. Su objetivo en aquel momento como productor fue “poder cerrar mi Jaula y darle el final que se merecía y con el que había soñado”. Esto se logró, dice, cuando los teatros pudieron abrir con el 100% de su capacidad y el montaje pudo cerrar como lo había anunciado.

Finalmente, nos comparte los momentos que vivió con el montaje de El mago. En su estreno, pudo sentarse a ver la obra con su mamá y con su hermana. “Fue uno de los momentos más hermosos de mi vida”. Para explicar su emoción, nos dice que ese estreno fue como “hablarle a ese niño que jugaba con sus Playmobil al teatro, y decirle, como algún día me dijo María León, y le agradezco mucho y la quiero mucho, ‘Juan, tu límite es el infinito’, no hay límites para soñar ni para hacer las cosas”. En ese momento, confiesa, no estaba viendo la obra como productor, sino como la persona que vive en él y que ama el teatro, porque “soy un buen espectador” que “voy al teatro y aplaudo lo que me gusta”.

Además, recuerda que en el segundo estreno, para amigos y familiares, Lucero Mijares se fracturó. En aquel momento, si bien la propia Lucero no quiso cancelar la temporada, “fue una gran prueba, muy difícil, por lo que implicaba, por un proyecto tan grande, tan costoso, que daba tantos y tantos empleos, que al final, tuvo un gran final, un año de temporada”.

Se trató de un momento difícil, reflexiona, pero también “fue un momento importante en el que todos aprendimos mucho”. Como productor significó para él mucho aprendizaje, pues era él quien tuvo que tomar decisiones y saber lo que cada una implicaba. Si bien fue un momento complicado, en este caso las cosas también funcionaron y terminó siendo algo positivo, dice: “La gente fue muy noble, la gente vino, la gente nos apoyó, la gente entró en esa convención, la gente regresó, la verdad es que aplaudo mucho lo que hizo Lucero”.

Se necesita una comunidad teatral unida y generosa

Durante la plática, Juan Torres se da tiempo de reflexionar sobre la comunidad teatral. Sobre el tema nos confiesa que como productor sí existe la competencia, sin embargo, “siempre mi propia competencia ha sido conmigo mismo”. El productor considera que es necesaria una comunidad teatral unida, que sea generosa y apoye al teatro, porque “somos parte de lo mismo”.

En este sentido agrega que va al teatro y celebra el éxito de los demás, pues los éxitos en el teatro no son logros que se den todos los días, sino que son excepciones. “Yo deseo con todo mi corazón que esos éxitos se multipliquen, por eso siempre celebramos el éxito de alguien, en lo personal lo hago, el éxito de una obra de teatro es el éxito de todo el teatro, si una obra triunfa, más gente va a querer ir a ver otra obra de teatro”.

El futuro en el Teatro Hidalgo y el Proyecto Hidalgo

De lo que como productor tiene planeado para un futuro inmediato está el cierre de La tiendita de los horrores, la cual si todavía no tiene una fecha definitiva para bajar el telón, sí se encuentra en sus últimas semanas. Este proyecto, señala, lo ha emocionado y sorprendido.

Para marzo próximo, nos adelanta, dará a conocer la cartelera definitiva de lo que ha bautizado como el Proyecto Hidalgo y su fecha de inicio. La idea central, explica, es abrir las puertas del Teatro Hidalgo a muchos proyectos distintos que “convivan simultáneamente”. Con sus actuales montajes que se presentan ahí (La tiendita de los horrores los fines de semana, Papi piernas largas los miércoles y los jueves, y Mario Iván Martínez con Que dejen toditos los sueños abiertos los domingos a mediodía), podemos ver un poco de lo que se trata este nuevo proyecto.

Una segunda etapa del proyecto, dice, es que “en su momento, voy a abrir este teatro para todos los proyectos que necesiten un espacio, pero también necesitan una oportunidad”.

El Teatro Hidalgo es la historia de los pilares del teatro en México

“Estamos en la gloria, estoy en un espacio que amo, que disfruto, que tiene dos lobbys enormes, una sala de 800 butacas con una vista impresionante, desde la última butaca se ve perfecto el escenario [… ] tiene unos camerinos que ya quisieran muchos teatros en este país, tiene unos desembarques, que es donde entra y sale la escenografía que pocos teatros en nuestro país tienen. Inclusive, en otras partes del mundo los teatros hacen magia por su mecánica teatral, pero no tienen el espacio y las dimensiones que tiene el Teatro Hidalgo. Para mí ésta no solo es la joya de la corona de los teatros del Seguro Social, es uno de los teatros más bonitos de nuestro país y hoy, afortunadamente, es mi casa temporal. Estoy feliz de estar al frente de este teatro”, dice Torres al describir a este teatro.

Con 63 años de historia, hablar sobre el Teatro Hidalgo es hablar sobre la historia de los pilares del teatro en México. En su escenario han actuado figuras de la talla de Silvia Pinal, Ofelia Guilmáin e Ignacio López Tarso, entre muchísimos otros. Si bien, para Juan Torres llevar este teatro ha sido “un verdadero reto y un verdadero desafío”, destaca que lo disfruta muchísimo.

 

Por Óscar Ramírez Maldonado.