Por Roberto Sosa/ El enemigo del pueblo es el Dr. Stockman, una honesta persona con firmes principios; descubrió que el agua del balneario, principal atracción turística y motor de la economía local del pueblo, está contaminada. Descubrió una bacteria que pone en riesgo la salud de toda la población y de quienes visiten el lugar. Como buen ciudadano responsable se propone advertir a todos de semejante riesgo.

La decisión provoca inconformidad entre los poderosos del pueblo, incluso su propio hermano el alcalde. Stockman enfrenta a los poderosos medios de comunicación, expresando lo que nadie desea escuchar. Para la población y autoridad su mayor preocupación son los inconvenientes económicos que acarrea desinfectar el agua, perder clientes que ocupan el balneario, pesa más que la salud de los habitantes.

En folkefiende (título original) es una obra de teatro escrita por al dramaturgo noruego Henrik Ibsen, publicada el 28 de noviembre de 1882. La obra tiene gran vigencia y puede acontecer en cualquier parte del mundo, donde los intereses del capital se antepongan al resguardo de la vida y el medio ambiente. La pertinencia de esta obra tiene que ver con políticos especialistas en dobles lenguajes, medios de comunicación serviles y funcionales al poder, que pactan con éste.

El enemigo del pueblo es una adaptación que se desarrolla en alguna región del norte de México durante la década de los 90s. La tropicalización del texto nos acerca en tono de comedia al drama escrito por Ibsen. El contexto en que se desarrolla el relato, tiene como fundamentos los acontecimientos políticos y sociales en México durante un período crucial y significativo como fueron los sucesos de 1994.

Bajo la dirección de Omar Olvera, la puesta en escena conserva la esencia del original, su versión es una representación con personajes que se identifican con la idiosincrasia del mexicano, que hablan con acento norteño y escuchan música de banda. Mostrar la corrupción, el juego de los medios de comunicación con el poder político, la crítica social y demagogia, condiciones sin duda con las cuales nos identificamos muy bien los mexicanos.

El elenco está integrado por Anabel Ferreira (Aslaksen/Lidia), Sergio Bonilla (Dr. Stockman), Américo del Río (Jacobo), Raúl Bretón (Morten Kul/ Ricardo), Enrique Chi (Pedro Stockman /Alcalde), Gabriela Orsen (Laura Stockman), Jorge Escandón (Joaquín) y Lucía Huacuja (Susana). Un elenco mezclado y diverso, no obstante todos hacen su trabajo con solvencia. Sobre el escenario se refleja el tiempo de ensayos, creación y construcción de sus personajes. Su labor está bien equilibrada.

El enemigo del pueblo es una comedia que toma un clásico contemporáneo para hablar con el espectador de hoy, que voltea hacia el siglo pasado, en los años 90. El drama de Ibsen visto desde un pueblo del norte de nuestro México. Lo escrito hace más de un siglo sigue tan vigente que parece una noticia de hoy. El mérito es una buena adaptación al texto del dramaturgo noruego. Los clásicos para eso están.

Se trata de una puesta en escena bien montada, bien dirigida y con buenas actuaciones. El drama convertido en comedia para reír de lo que nos debe incomodar. Desde esta perspectiva lo que sucede con los protagonistas es un divertimento, hablan, piensan y sienten como nosotros, esto logra empatía con el espectador, que se ve reflejado en algunos de los personajes de El enemigo del pueblo.

Diseño de iluminación, Miguel Moreno Mati; música original y diseño sonoro, Alejandro Preisser. La obra cuenta con la colaboración de la Embajada de Noruega en México.

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