Por Luis Santillán/ Tere Valenzuela es una autora que tiene obras dirigidas al público infantil. También incursionó en la escritura de pastorelas, una de ellas es Los soplidos del diablo o Borreguitos a Belén. Un grupo de pastores sigue las indicaciones de una estrella para emprender el camino que los llevará a la adoración del niño Jesús, pero en el camino el diablo se valdrá de soplidos para incrementar los vicios de los pastores e imposibilitar su propósito. Llega un arcángel para librar una batalla con el diablo y así liberar a los pastores.
La propuesta de Valenzuela cumple con las características tradicionales: pastores con rasgos arquetípicos que delatan los vicios que poseen, elementos esenciales para lograr la transformación del personaje; una confrontación entre el bien y el mal encarnada por seres teológicos, el triunfo de la perseverancia y el gozo de vencer las tentaciones.
Romo Producciones trabaja la propuesta de Valenzuela para presentar Borreguitos a Belén. Resalta los arquetipos mediante la farsa, emplea referencias musicales y ajusta la letra para que funcione con el desarrollo de la historia, añadiendo chistes relacionados con eventos televisivos.
La dirección es de Iván Romo (en el principio del proyecto existió un codirector: Alberto Nájera); sin embargo, en la versión del 2023 Romo asume totalmente el rol. La dirección saca jugo de las herramientas de su elenco y logra un equilibrio entre las actuaciones, haciendo énfasis en los personajes del arcángel y el diablo. Es perceptible el disfrute del elenco por lo que hace en escena, y eso ayuda a que el público se conecte con su propuesta.
Iván Romo, con el personaje del diablo, y Paris Ramos, con el arcángel, destacan. Romo plantea un diablo carismático y es consciente del ritmo del público para estimular sus reacciones. Ramos aprovecha su físico para desarrollar un arcángel poderoso y empático, que tiene momentos de comicidad gracias a los contrastes que logra.
La propuesta busca un estado de convivio entre la escena y el público, factor que depende mucho de la disposición de quienes miran, pero que, al ocurrir, provoca un disfrute de todas las partes. Este factor, en un espacio pequeño, hace de la pastorela un acontecimiento festivo.
El elemento que no termina de encajar es el uso de pistas con voz grabada, pues, combinado con el canto en escena, provoca un efecto que no beneficia el aspecto musical del proyecto.
Borreguitos a Belén es una buena opción en esta temporada de pastorelas. Su formato convencional permite ver los aspectos tradicionales, y la respuesta del público enriquece la experiencia, logrando que sea satisfactoria la visita al Espacio Urgente del Foro Shakespeare.
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Fotos: Luis Santillán
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