Hay obras, o mejor dicho, juegos escénicos llenos de poesía. Montajes que se mueven entre la pieza escénica y el teatro documental, que profundizan en territorios perdidos, como la infancia y la memoria. Martín López Brie escribe y dirige Nombres de combate, una conmovedora pieza que encaja en esta descripción.

La obra narra los terribles efectos y los horrores de las dictaduras militares que sufrió Argentina durante el siglo XX, especialmente la dos últimas, surgidas de los golpes de Estado de 1966 y de 1976. El autor, entrelaza cuatro historias familiares que nos narran el miedo, la persecución y el exilio. A través de entrevistas realizadas a su madre, padre y tíos, López Brie comparte con el público una conmovedora y entrañable historia.

La terrible realidad de la dictadura que sirve de telón de fondo para esta narración, contrasta con un relato lleno de esperanza. Es una voz que se levanta en la memoria de quienes cayeron bajo la violencia de los regímenes totalitarios en América Latina.

Te decimos tres razones por las cuales debes ver Nombres de combate.

1. La rutas que caminó una familia como resultado de la dictadura en Argentina. El testimonio de los familiares del autor se entrelazan en sus historias de supervivencia, que son distintas pero compartidas. Son experiencias personales que nos hablan de lo colectivo. En ellas, a fin de cuentas, encontramos caminos e historias de lealtad, entereza, lucha, amistad, supervivencia y amores. Es una manera de no olvidar la memoria de los desaparecidos.

2. Música y diseño sonoro. El diseño sonoro y la música acompañan el viaje temporal y el éxodo de los miembros de esta familia, son una especie de mapa sonoro. Algunas melodías reconocibles nos remiten a sitios y momentos específicos de la historia. Un momento de particular belleza y potencia es cuando, en el punto más complicado de 1976, la familia reunida por última vez en mucho tiempo toma café, mientras suena Canción de Alicia en el país, escrita por Charly García con el icónico grupo argentino Serú Girán.

3. Teatro documental y de objetos al servicio de una historia. El uso de objetos como piedras de río, juguetes, libros, documentos y fotografías, así como videos e imágenes de archivo, va creando un paisaje visual en el que el relato se desarrolla. La estética que crea es potente por sí misma, con las palabras y los hechos alcanza lo poético, dando voz a quienes cayeron en el camino, aliviando heridas y cicatrices que quedaron en la historia reciente, no solo de Argentina, sino de todos nuestros países.

Sí te gusta el teatro documental y las obras con un alto contenido emotivo y social, definitivamente no te querrás perder de Nombres de combate. Es una obra que conmueve y que lleva a la reflexión. Desde la distancia echa luz sobre una etapa sombría, buscando rescatar la memoria, la identidad y nos recuerda que siempre debe haber lugar para el amor, pero nunca para el olvido.

Es, además, una oportunidad de un sólido elenco que transmite solidaridad y empatía, integrado por Enrique Arreola, Gabriela Gallardo, Sofía Beatriz López y Gastón Yanes.

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Por Óscar Ramírez Maldonado.

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