Si bien la cartelera nacional está llena de adaptaciones y versiones de obras consagradas, es un gusto encontrarse con una propuesta como Mil veces no, un montaje fresco y original. Esta obra nos lleva de la comedia al llanto sin pausas, e invitándonos a volver más de una vez.
Paula Zelaya Cervantes y Ana González Bello, ambas con una sólida trayectoria y colaboraciones previas en El Hilador y 245 actos de maldad extraordinaria (obras destacadas en los Premios del Público Cartelera), vuelven a unirse para presentar un texto ágil y emotivo que aborda temas universales y conectan de inmediato con el espectador.
La historia se sitúa en el año 2039 y sigue la peculiar relación entre Miranda y Baltasar, dos jóvenes que atraviesan todo tipo de emociones, desde el odio, la codependencia hasta la complicidad, navegando por un torbellino de descubrimiento personal y mutuo.
Aquí te damos 3 razones para que asistas este miércoles al Teatro Casa de la Paz:
1. Una historia profunda y cercana. Gracias a su perfecta combinación entre el humor y la tragedia, la trama logra atraparnos desde la primera llamada. A través de personajes complejos y situaciones que exploran el aislamiento, el desencanto y las conexiones humanas en una sociedad futura, la obra refleja temas universales que resuenan de forma profunda en el público.
2. Un derroche de talento. El montaje creado por Zelaya Cervantes y González Bello demuestra el gran talento y creatividad que hay en nuestro país, respaldado por un elenco destacado —Luis Eduardo Yee, Miguel Tercero y la propia González Bello—. Desde el momento en que ingresamos a la sala, se percibe algo especial en el ambiente. Es Miguel Tercero quien nos da la bienvenida a este viaje cómico y emocional, y, casi sin darnos cuenta, ya estamos emocionados por lo que veremos en escena.
3. Un montaje que celebra la imaginación. Con un diseño de escenografía, iluminación y vestuario minimalista a cargo de Fernanda García y la música en vivo de Cristóbal Maryán, la obra nos muestra cómo un equipo creativo puede lograr mucho con imaginación y dedicación. El resultado es una obra que, sin depender de grandes recursos, cautiva a los espectadores y los sumerge en una experiencia teatral única que incita a volver más de una vez.
Esta es una obra que, además de hacerte reír, te sumerge de forma sutil en un viaje introspectivo sobre los miedos, inseguridades y aspectos que solemos dar por sentado. Sin caer en un tono aleccionador, funciona como un espejo de nuestra propia realidad.
La obra se presenta todos los miércoles, hasta el 11 de diciembre en el Teatro Casa de la Paz, Cozumel 33, Col. Roma Norte (cerca del metro Sevilla), consulta más información, aquí.
Por Itaí Cruz