Hay quienes tienen el prejuicio de que un unipersonal está un nivel abajo de un montaje para varios actores. Sin embargo, afortunadamente, con frecuencia encontramos en cartelera espectáculos unipersonales que desmienten este supuesto. Desde el memorable Diario de un loco, y más recientemente obras como Bashir Lazhar, Instrucciones para volar, Hasta luego o Hasta encontrarte, por mencionar tan solo algunos, son muestra de monólogos de gran calidad y alcance.
En este caso se encuadra Miguel Ángel. Este unipersonal, escrito por Lucía Uribe, Paula Grinzpan y Lucía Maciel, sorprende y emociona. Las autoras de este texto se reparten además las tareas de dirección y de interpretación: en la primera, Lucía Maciel y Paula Grinzpan; en la segunda, Lucía Uribe.
Sin duda, un elemento básico para que un monólogo trascienda y conecte con el público es la actuación. Miguel Ángel cuenta con este elemento: Lucía Uribe realiza un trabajo riguroso e intenso. Pero, más allá de esta razón fundamental, este montaje tiene elementos que lo hacen imperdible, y aquí te compartimos tan solo tres de ellos.
1. Un personaje entrañable, tierno y divertido. Miguel Ángel es un adolescente que desea encajar en un entorno al que siente que no pertenece. Como cualquier joven, sueña con amor, reconocimiento, fama y fortuna. Aunque no ha alcanzado ninguno de estos anhelos, cuenta con imaginación, pasión y un pequeño amigo: una rata de juguete que lo acompaña en esta búsqueda.
2. Humor preciso, dinámico e inteligente. La historia que se nos narra se hace a partir del humor. En poco menos de una hora –sin rodeos innecesarios–, la actriz transformada en este joven irreverente nos lleva por esta historia en la que el público no para de reír. El texto marca una línea narrativa muy clara y divertida, pero no se trata de humor sin un objetivo, pues al finalizar, nos deja preguntas importantes.
3. Reflexionar sobre las masculinidades y sobre una generación. Esta obra nos habla sobre las masculinidades y cómo se replican dentro de nuestra sociedad. Nos habla también de las presiones, anhelos y perspectivas que enfrenta la generación sobre la que recaerán en un mediano plazo las riendas de nuestro mundo, y de los caminos que existen para conectar entre generaciones.
Así que si disfrutas de los monólogos, esta es una propuesta ideal para ti. Las autoras y su equipo creativo, que incluye a Tere Uribe en el diseño de iluminación y a Gabriel Gerdelics en el diseño de escenografía y vestuario, nos recuerdan con este trabajo el incomparable encanto de una buena historia, contada de manera inteligente y sin artificios innecesarios.
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Por Óscar Ramírez Maldonado.
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