Si eres un amante de la ópera y la danza no te puedes perder Madame Butterfly, sí, la clásica ópera de Giacomo Puccini, pero convertida en una hermosa pieza dancística a cargo de La Infinita Compañía, agrupación responsable de obras como El Principito y Novena Sinfonía, que trae de nueva cuenta esta propuesta que deleitará todos tus sentidos.
Rodrigo González, director de la compañía se encarga de la coreografía que es bellamente ejecutada por Karla Falcón, Jennifer Rivera, Far Alonso, Álvaro Pérez, Jennifer Rivera, Lilia Castaños, Yokoyani Arreola y Yoshio Córdoba, quienes alternan personajes y forman parte de la Infinita.
Estrenada en 1904, Madame Butterfly es una ópera en tres actos sobre una joven geisha japonesa y su matrimonio con un oficial de la Marina estadounidense, a principios del siglo XX. Su trama es considerada una de las más atroces dentro del repertorio operístico occidental.
Aquí te dejamos 3 razones para que te lances a disfrutar de este danza contemporánea:
1. La tragedia reimaginada. Las coreografías, creadas por Rodrigo González y ejecutadas por los bailarines y bailarinas, que portan kimonos especialmente traídos desde Japón. A través de sus movimientos expresivos y llenos de emoción nos cuentan la trágica historia de amor, dolor y muerte de una pareja que no estaba destinada a permanecer unida. Cada paso, salto y giro tiene un propósito narrativo que te mantendrá al borde de tu asiento.
2. Escenario impactante. Uno de los grandes recursos de esta puesta en escena es el escenario donde se desarrolla el relato, cobijado por la impactante Capilla Gótica. Es una construcción que combina diversos estilos y está decorada con obras de Giovanni Bellini y Murillo, así como un techo artesonado de madera. De esta manera, se logra una perfecta combinación de luces, sombras y proyecciones, creando un ambiente que embelesa y que consigue trasladarnos al centro de la historia ocurrida en Nagasaki en el siglo XIX.
3. Una historia de amor y muerte. Madame Butterfly nos cuenta una historia de amor y devoción. La historia se ubica en el tiempo en que Estados Unidos y Japón comenzaban sus relaciones comerciales. Por esa razón, lo que ocurre entre Butterfly y Pinkerton es un claro ejemplo de los dilemas y ambigüedades propios de este encuentro intercultural que es bellamente acompañados por la música de Puccini en voz de María Callas.
Sin duda, es una experiencia que desafía nuestras expectativas y nos lleva por un viaje emocional y visual inolvidable. La temporada se presenta de jueves a domingo, hasta el 28 de julio en la Capilla Gótica del Instituto Cultural Helénico, consulta horarios, precios y descuentos, aquí.
Por Itaí Cruz, Fotos: Nitzarindani Vega
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