Hay música que nos transporta a otra época. Música que, de manera directa o indirecta, fue parte de nuestras vidas, de nuestras experiencias. Escucharla siempre nos despierta algún tipo de recuerdo, muchas veces, recuerdo entrañables. La vida es mejor cantando, de José Manuel López Velarde, toma precisamente la música que para toda una generación fue parte de su vida: los primeros álbumes de Timbiriche.

Con el formato de musical de rockola, esta obra además se integra al multiverso de Mentiras. En La vida es mejor cantando se nos muestra una parte de la maestra Dulce D’Alessio que en Mentiras no vemos. Se trata de una obra dirigida a un público adulto que recuerda con nostalgia esa época y a un público joven al que se le habla sobre la potencia de la música, el crecer y convertirse en adulto, y en la importancia de saber dar y darse segundas oportunidades.

Aquí te decimos tres razones para ver La vida es mejor cantando.

1. El soundtrack de una generación. La música de Timbiriche acompañó a muchos en su paso de la infancia a la juventud, y luego a la vida adulta. Esta obra toma la música de los primeros álbumes de la banda para contar una historia que habla sobre esa etapa de la vida. Además, otros temas de la época también están presentes.

2. Energía y talentos emergentes. El elenco cuenta es una equilibrada mezcla de juventud, talento y experiencia, lo cual se nota en la energía y entrega sobre el escenario. Es uno de esos elencos que logra transmitir al público la compenetración y fraternidad que ha logrado a lo largo de los ensayos y las funciones que han realizado.

3. Guiños a una época y al universo de Mentiras. La obra se desarrolla en dos tiempos narrativos. No hace uso del flashback pues, literalmente, dos de los personajes viajan hasta los años ochenta para ser testigos de lo que sucedió en el pasado. Moda, objetos y, por supuesto, música, nos transportan a es época. Además, al ser parte del multiverso de Mentiras, la maestra Dulce (Majo Brunet), realiza un par de referencias a la obra de la cual se desprende su personaje, los cuales son celebrados por quienes conocen y sienten como suya la historia de Mentiras.

Así que ya lo sabes, La vida es mejor cantando es una obra para recordar. Es una oportunidad de revivir una época y de compartirla con tus hijos o tus sobrinos, o simplemente con tu grupo de amigos. Es ideal para pasar el medio día de un sábado y domingo y luego comer en algún lugar para compartir tus impresiones sobre el montaje.

 

Por Óscar Ramírez Maldonado, Foto: Cortesía PinPoint.

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