@miguelconde75

Se dice que los actores de teatro somos de buen diente. Algunos luchamos eternamente con el dilema de mantener la forma y la necesidad de alimentarnos y llenarnos de energía para dar función. En Un corazón normal, por ejemplo, el camerino de producción se convierte cada fin de semana, en una auténtica cafetería, siempre bien surtida de pasteles, chocolates, donas, panes y galletas de las dulcerías y panaderías más prestigiosas de la ciudad. Dice Juan Ríos que Horacio Villalobos nos tiene en engorda. Y es que al final del día, no queda nada. Todo se acaba.

Cómo olvidar la típica “torta de jamón del chavo” que preparan Edith y Rubén en el Centro Cultural del Bosque. Yo simplemente “la necesitaba” para poder trabajar en la temporada del Enfermo imaginario de teatro escolar. Y al recordarlas, créanme que se me hace agua la boca. O las “facturitas” y el “sándwich de miga” de la panadería La Victoria (Nuevo León 50) cuando dábamos función de La lechuga en Un Teatro.

Y si ya terminó la función, los actores podemos ser verdaderos trogloditas y devorar todo lo que se nos ponga en frente. Quizá ésta sea la razón por la cual los teatros normalmente están rodeados de buenos lugares para comer. En el caso del espectador la experiencia de ir al teatro se redondea siempre con un buen café, una copa de vino, comida o cena dependiendo de la decisión de hacerlo antes o después del espectáculo. En cualquier caso, compartir los alimentos con quienes han vivido o van a vivir con nosotros la magia de la ficción hace que esta vivencia se sublime.

En esta ocasión quiero recomendarles algunos lugares que existen alrededor del Foro Shakespeare y que harán que su tarde-noche de teatro sea inolvidable. Pueden llegar directamente al foro para sacar sus boletos y estar tranquilos y puntuales a la cita teatral. Mientras esperan pueden beber algo en el Hamlet, la cafetería del teatro. Si tienen mucha hambre pueden comer algo sencillo también allí. Solían tener unos sándwiches hechos con pan artesanal muy ricos. Después de ver la obra que hayan elegido, el Foro Shakespeare se ha caracterizado por tener una excelente cartelera, dará inicio la aventura culinaria. Cabe mencionar que el teatro se ubica en la Condesa, una zona en la Ciudad de México con una buena oferta gastronómica, y ésta es una parte de la colonia que guarda un espíritu de barrio muy particular.

La primera opción es muy relajada. Buenos precios, buena bebida y excelente cocina en un ambiente sencillo, acogedor y sin pretensiones. Me refiero al restaurante bar Zazá, ubicado en Pachuca 1 casi esquina con Veracruz. Su especialidad son las pizzas al horno, sin embargo también pueden degustar una gran variedad de originales platillos. Fueron de los primeros restaurantes en tener cerveza artesanal y les pueden pedir que los consientan con un delicioso y refrescante pisco sour.

La segunda recomendación se encuentra en Veracruz 38. Se trata de Vecchio Forno que por cierto es el restaurante hermano de La Casa d’ Italia, ubicado a pocas cuadras de ahí. Una opción mas sofisticada de cocina italiana en donde se puede comer desde una exquisita y delicada pasta hasta una pizza auténticamente napolitana. Empezando con una rica sopa o mi preferida, la mozzarella di bufala con jitomate. Y de los postres mejor ni hablar porque se me está haciendo agua la boca.

Y ya para despedirnos, si van al Teatro de los Insurgentes tienen que ir al Café del Sur (Félix Parra 67). El café es buenísimo, el pay de limón espectacular y el pastel de cajeta… Sin palabras. Bueno, terminé hablando de postres.

Buen provecho y ¡¡¡disfruten la función!!!

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