Diana Bracho es, sin lugar a dudas, una de las actrices que ha dejado su huella en nuestro teatro. Más de cinco décadas sobre los escenarios teatrales lo confirman. Volverla a ver sobre un escenario en Madre e hijos, después de algunos años de ausencia, es una oportunidad que no podemos perder.
Bajo la dirección de Diego del Río, este montaje nos ofrece muchas razones para no perdérselo. Aquí te damos tres razones por las cuales ver esta obra con un elenco encabezado por Diana Bracho y Juan Manuel Bernal, a quienes acompaña Eugenio Rubio y los pequeños Luca Guerra y Antuan Trejo alternando.
1. Hay obras en las que las razones para verlas son evidentes. Están ahí, escritas en el cartel de la obra. Un ejemplo de esto es Madres e hijos, de Terrence McNally. Las fotos de la gran actriz Diana Bracho y de Juan Manuel Bernal son una invitación que no podemos pasar por alto.
2. Un texto que nos habla de las dificultades y la necesidad de conexión entre las personas. La obra pone el foco en el tenso encuentro entre Betty (Diana Bracho) – adusta, dura, impenetrable – quien visita Chris (Juan Manuel Bernal), ex pareja de su hijo muerto hace ya varios años durante la epidemia del VIH. Sin embargo, las conexiones se multiplican. El texto nos habla de la complejidad de la maternidad y la paternidad, del egoísmo, los prejuicios, la incomprensión, pero también de empatía, esperanza y de sanar heridas. Una historia que, poco a poco, a través de los diálogos, se va abriendo paso hacia el perdón y el autoperdón.
3. Un espacio íntimo se despliega ante el espectador. Los contactos físicos e interacciones verbales entre los personajes son totalmente orgánicas; la tensión entre los personajes protagónicos es palpable, como lo es la intimidad familiar y natural entre Chris y Pierre (Eugenio Rubio), y con su pequeño hijo Danny ( Luca Guerra y Antuan Trejo). Diego del Río nos ha acostumbrado a esto, a personajes que construye con sus actrices y actores de manera empática, desde lo humano.
Si te gustan las obras que mueven sentimientos y que abordan temas profundos – sin juzgar ni tratar de adoctrinar -, no te debes perder Madres e hijos. A partir de la anécdota de una pareja gay y su pequeño hijo que reciben una visita inesperada, esta obra nos habla de temas universales y constantes humanas.
Se trata de una obra que toca fibras y nos invita a ver las cosas desde otra perspectiva. Terrence McNally, el autor, alguna vez dijo: “Creo que el teatro nos enseña quiénes somos, cuál es nuestra sociedad, hacia dónde vamos. No creo que pueda resolver los problemas de una sociedad, ni se debería esperar que las obras lo hagan. Pero la gente sí. Las obras deben proporcionar un foro para las ideas y sentimientos que lleven a una sociedad hacia la sanación y el cambio”. Esto es, justamente, lo que nos plantea esta obra.
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Por Óscar Ramírez Maldonado, Foto: Cartelera de Teatro.
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