LUN: Una apología del no sentido de esta vida

Por Roberto Sosa/  El momento en que la persona que amas se queda dormida. Lun es una niña singular y muy inteligente, cuestiona y reflexiona como un adulto. ¿Existe Dios…? ¿Qué es la existencia…? En su onírico universo habitan los números 3 el 4, el 8; la música, el epílogo tienen voz y rostro. Sus dudas la inquietan, sentada en un sofá se abraza a su osito de peluche. Lun intuye una relación entre números y dogmas, para ella la vida es un sinsentido que no tiene explicación.

La dramaturgia es un diálogo conmigo misma y el papel en blanco, dice Valeria Fabbri, autora de la obra. Escribí la escena 1, la 2 y cuando pongo el 3 (un diálogo con el que hago ese número), el 3 tenía voz, se convierte un diálogo con el personaje principal. Primera convención de mi texto; se abrió un universo enorme, el 4 era otro personaje. La obra es una relación entre los números y lo dogmático, alegorías. Es un recurso que el epílogo tenga voz. En mis obras hay un sentido existencialista que lo atraviesa.

Lun podría ser una obra infantil, vestuario, iluminación, escenografía erigen una atmósfera lúdica y onírica. La protagonista es una niña que vive un mundo incoherente donde conceptos como números, música y epilogo hablan como personas. Un juego escénico que cuestiona y se burla del quehacer teatral; Lun provoca sensaciones en el espectador que irremediablemente lo trastocan y conmueven.

La dirección de escena es de Jesús “Chucho” Díaz, su labor tiene un sello personal de ver y hacer teatro; clown de profesión Chucho coloca al personaje principal al centro de la discusión y reflexión, crea en su entorno un espacio lúdico donde convergen realidad y utopía. Y lo más importante logra transmitir al público la carga emotiva de la obra. Hace dos o tres años Chucho Díaz me propuso un texto para su grupo que se iba a titular, el género sería el absurdo, comenta Valeria.

Cuenta con las actuaciones de Félix Vanessa, Iván Zambrano, Kristshell Vázquez, Diego Santana, Aldo Estrada, Dafne Romero y Mónica Magdiel. Un grupo compacto, sin fisuras, comprometidos con su profesión. La mayoría recién egresaron de las aulas, en esta puesta en escena muestran su talento sobre las tablas. El tono y ritmo del género lo sostienen de forma adecuada, todo es incoherente y disparatado.

Una pregunta para Valeria Fabbri fue: ¿En qué momento de tu vida decides escribir esta obra, qué te motivó o inspiró escribir Lun?

La obra la escribí pensando en el Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo 2021, y por encargo de Jesús Díaz, me dije: voy a ganar el Premio y lo haré con una obra bien chingona. Esto fue lo que me impulsó a escribir Lun, una apología del no sentido de esta vida. Se me hizo sencilla la escritura, encontraba las paradojas; el absurdo es un género amable para preguntas que no tienen respuestas.

Los personajes no tienen género, esto me permitió jugar una entrada con un personaje intermedio. De mi texto me quedó la duda si dejaba la última escena. Me sentí desilusionada en el Premio Mancebo del Castillo, me decían que a mi obra no le veían muchas posibilidades. Chucho Díaz me dijo que leyeron más de 200 textos y no pasaba nada, con mi texto fue un sí democrático. Nos comentó.

¿Crees en Dios? Creo en Dios no de forma religiosa, sino como una belleza que abraza al mundo; la existencia de Dios se debate entre quien lo defiende o cuestiona, concluyó Valeria Fabbri.

Equipo creativo: escenografía, Alberto Reyna y César Moctezuma; iluminación, Luis Roberto Gutiérrez; vestuario, Hanniel Oyarzabal; diseño sonoro, Aldo Estrada y Tonatiúh Márquez.

Cabe recordar que la obra formó parte del Ciclo de Titulación 2022 de la Escuela Nacional de Arte Teatral, ahora se presenta como parte del ciclo La ENAT en escena.

Pamplinas Teatro la presenta con funciones hasta el 24 de enero, en el Teatro El Galeón Abraham Oceransky, consulta más información aquí.