Platicamos con Luis de Tavira sobre La última cinta de Krapp, obra escrita por Samuel Beckett en 1958. El montaje, dirigido por Sandra Félix, tendrá funciones especiales el 17 y 18 de febrero en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.

Al hablar sobre esta obra, De Tavira nos dice que no se puede sintetizar en una formulación temática. Es más bien, una experiencia de iniciación en la intimidad y auto confinamiento de Krapp, para encontrar ahí “la elocuencia del silencio”. El personaje desde ese autoexilio, agrega, realiza un ejercicio de memoria a través de un diálogo con una voz grabada. 

Sobre la experiencia de auto confinamiento, el dramaturgo señala que hoy la vivimos de manera muy distinta del momento en el que la propuso el autor. “Todos venimos de una experiencia de confinamiento forzado por la pandemia”, destaca. Al respecto agrega: “nos gustara o no tuvimos que enfrentarnos con nuestra propia soledad, cosa que no nos gusta. Tuvimos también la oportunidad de escaparnos como solemos hacerlo en la comunicación, en las redes, en todo ese mundo que nos rodea y nos hace salir del rigor estricto de nuestra propia soledad”.

El también director teatral, considera que Beckett tuvo la “audacia y originalidad” de construir a partir de este invento prodigioso que aparece en aquel momento, los años 50 del siglo XX. 

El uso de un dispositivo análogo de grabación, considera De Tavira, va a resultar muy interesante para las generaciones que no lo conocían. En esto, “hay toda una mecánica que implica todo un ritual, que implica una concepción de lo magnético, de la energía”. 

El recuerdo de ese instante clave de la vida es la promesa del futuro

Al describirnos en algunas ideas lo que el espectador encontrará en La última cinta de Krapp, el actor nos dice que se sentirá invitado a entrar de una manera “insólita en la intimidad de un hombre que se ha confinado radicalmente”.

El personaje, en el día de su cumpleaños, “hace un ejercicio de memoria en el que acude a distintos momentos de su vida en los que grabó distintas voces para descubrir en qué consiste la vida. Para descubrir que somos instante”. 

Con esta profunda reflexión, Luis de Tavira nos habla de la memoria: “El ejercicio de la memoria no se trata del pasado, el ejercicio de la memoria tampoco es un ejercicio que pueda quedarse en una aproximación nostálgica de lo que ya se fue para siempre, sino que es una pregunta por el futuro. El personaje dice que entre los distintos recuerdos ahí grabados, hay que discernir entre la paja y el grano, cosa que a todos nos pasa en la vida, y descubrir el grano es precisamente descubrir lo que promete el futuro, porque un grano es una semilla, ese recuerdo de ese instante clave de la vida es la promesa del futuro.Es preguntarnos por lo que va a quedar, por lo que no se va a desvanecer, sino que va a alcanzar lo perenne. Esta experiencia de lo que somos como el instante que queda es una vivencia a la que está invitado el espectador en su propia intimidad”.

El reto de interpretar a Krapp

Para nuestro entrevistado interpretar a este personaje representa un reto. Al respecto nos dice, “siento una fragilidad y humildad ante el atrevimiento de enfrentar esta obra como actor, de intentar ser el continente de un personaje como lo es Krapp”. 

Sobre este particular, explica que él es un director de actores, que se ha dedicado toda la vida a observar el trabajo de los actores. Sin embargo, agrega, no se considera a sí mismo un actor. Esto, dice: “No quiere decir que no lo haya hecho y que convenga hacerlo de vez en cuando para estar del lado del actor. Para mí esta oportunidad de hacerlo, este intentar hacerlo debe ser un homenaje a las actrices y los actores que me han enseñado todo lo que yo sé acerca de la escena”, confiesa.

Al ser dirigido por Sandra Félix, señala que ha intentado hacer lo que él pide a los actores y a las actrices, dejarse dirigir. En este sentido, nos dice que ha sido una “generosísima dirección”.

Nos platica que Sandra Félix pensó en él para este trabajo y lo invitó, lo cual agradece. “Lo hago porque ella me invitó en un acto de confianza. La sustancia fundamental del trabajo de la relación entre dirección y actores es la confianza”, reflexiona De Tavira

El proceso, remata, ha sido “muy disfrutable, pues se trata de “una directora profunda y generosa”.

Para más información del montaje, horarios y boletos, haz clic aquí.

Por Óscar Ramírez Maldonado, Foto: Nareni Gamboa

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