Fruto en la sequía, de Itzel Lara, se presenta en el Teatro de las Artes del Cenart, como parte del ciclo Primavera Teatral. Es, además, la primera obra del ciclo “El Teatro de Arte Mexicano” de la Compañía Nacional de Teatro.

Bajo la dirección de Hugo Arrevillaga, esta obra resignifica el mito de la Coatlicue. La dramaturgia de Itzel Lara, a partir de su personaje Elena, lleva a la reflexión sobre el constructo social de la maternidad, sobre la maternidad forzada y el derecho a decidir.

Aquí te contamos tres razones por las que debes ver Fruto en la Sequía:

1.Una interpretación potente. Judith Inda da vida a la protagonista de este montaje, Elena. Su actuación es potente y rigurosa, nos guía por esta ficción que se mueve entre lo onírico y lo real. Toma de la mano al púbico para llevarlo entre un pasado mítico y el mundo actual. Por un mundo con toques que transitan entre la ensoñación y la pesadilla. Inda hace un derroche de expresión corporal y actoral sobre el escenario. Sus transformaciones sobre el escenario son casi palpables, el espectador puede sentirlas.

2. El diseño de arte. Jesús Hernández, Matías Gorlero y Miriam Romero, en la escenografía, la iluminación y el diseño multimedia, respectivamente, crean un mundo acorde a las necesidades del texto. En él se funden pantallas traslucidas, proyecciones, pantallas, elementos que entran y salen, para emular un mundo que se sitúa entre lo contemporáneo y un universo mítico. Crean el espacio para que Inda y Miguel Ángel López se desplacen en un sitio de temporalidad incierta.

3.Un vestuario que evoca raíces. Laura Marnezti crea un vestuario que va evolucionando con la narrativa de la obra. En un principio sobrio y discreto, se convierte en piezas que aportan elementos para las transformaciones de Elena. Los colores grises y neutros dan paso a vestuarios que evocan raíces prehispánicas y sacrificio; para culminar en una creación que evoca alas y libertad.

Además, hay una razón adicional, no mencionar el aspecto sonoro y musical sería una injusticia. El diseño sonoro y la música original de Carlos Matus, sumados a la interpretación de cello en vivo de Natalia Pérez Turner, terminan de configurar este mundo del que les he hablado. Ahí, el texto de Itzel Lara y las interpretaciones de Judith Inda y Miguel Ángel Romero encuentran un terreno fecundo – valga el término cuando hablamos de un Fruto en la Sequía – para hablar con el espectador.

Para más información del montaje, horarios y boletos, haz clic aquí.

Por Óscar Ramírez Maldonado, Fotos: Cartelera de Teatro

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