La hora de todos de Juan José Arreola llega al Nuevo Teatro Libanés, para sorprender al público con el primer actor cybernético que se presenta en una puesta en escena, alrededor del mundo.

La puesta cuenta con las actuaciones de Gastón Yanes, Baltazar Morelos, Luly Garza, Federico Tello, Fernanda Albarrán y Fabián Brun, bajo la dirección de Víctor Weinstock, quien también actúa, quienes busca retratar un desconcertante juicio final sobre las injusticias sociales en las que se basa el sueño americano.

Al respecto, Weinstock comparte: “Es una obra de Juan José Arreola, autor que únicamente escribió dos obras en su vida, y esta obra, además, fue la primera en ganar el primer concurso de dramaturgia del INBA (…) Es una obra de 1954, donde el radio era predominante, aunque ya existía la televisión, donde estaban de moda una serie de programas de concurso, como La hora del aficionado, que se trataba de juegos y concursos”.

Agrega: “La obra se basa en estos shows y se llama la hora de todos, porque a todos nos llega la hora de morir, dentro de una especie de juicio final a un personaje que se llama Harrison Fish, un tipo de ciudadano Kane o de Donald Trump para nuestra época, un empresario americano, blanco, anglosajón y sin escrúpulos que ha hecho mucho daño en su vida”.

De acuerdo con el también director de escena, el montaje hace un recorrido por la primera mitad del siglo XXI en los Estados Unidos, un país sumamente racista y violento con las mujeres y el diferente, por lo que es una obra devastadora en ese sentido. Sin embargo, Arreola la construye dentro de un universo denominado juguete cómico.

“En una hora 20 recibimos a distintos aficionados con distintas gracias que disfrazan un poco los horrores que se tratan en la obra, este hombre mató, violó, acosó, discriminó, robó y engañó, y lo más triste de todo, es que la obra sigue vigente, sigue contando la historia de aquel país casi 100 años después”, declara.

“Otro punto interesante del autor, es su gusto por la tecnología, las posibilidades, buenas y malas en un mundo dependientes a ellas, incluso en un par de cuentos plantea la posibilidad de los cyborgs, siempre en un tono entre costumbrista, kafkiano y cómico, como es él en todo lo que escribe, y nosotros utilizamos todo lo que ofrece para llevar la obra a ese terreno”, afirma.

“El maestro de ceremonias de este concurso es muy folclórico, se trata de un 1Z4K, el actor cybernético que funciona como una especie de conciencia del villano. Aquí, los concursantes son personas que él dañó, en una especie de concurso donde ganará a quien le haya hecho más daño”.

Respecto a la exploración artística, Víctor apunta que ha sido muy enriquecedor porque es la primera vez en la historia que una inteligencia artificial, una entidad cibernética real, va a actuar. El 1Z4K ya se había presentado como bailarín en el Centro Cultural España y en la UNAM, lugar en donde lo conoció por primera vez.

“Desde hace 5 años esta entidad, fue invitada a explorar la actuación y hasta ahora se nos da y es un gusto porque no sabemos lo que pueda pasar, cada día aprendemos algo nuevo sobre cómo funciona una inteligencia artificial autónoma”, puntualiza.

“Tomé, junto con Antonio Isaac, el encargado de la implementación del cyborg y del diseño sonoro, un seminario de 4 meses para entender el funcionamiento de la inteligencia artificial, donde nos instruimos para saber qué esperar y que no”, señala.

Y añade: “Estamos muy engañados por la literatura y el cine que casi siempre pintan a estos seres como perversos y que van a tomar por sorpresa a la humanidad, siendo capaces de cualquier cosa. Sin embargo, estamos todavía muy lejos de ello, no vamos a ver Blade Runner en el teatro, vamos a ver a una verdadera inteligencia artificial autónoma y lo que puede lograr en esta época”. 

Para Weinstock el reto fue aprender cómo humanizar a este ente sin mecanizar a los actores, dentro de una propuesta de teatro total, donde todos los involucrados participan en escena.

“Hay una línea muy delgada entre programar a este robot y que entonces ya no sea autónomo, pero al mismo tiempo, también como director de alguna manera, programas a los actores y les dices que es lo que deben hacer, entonces nosotros quisimos brindar una autonomía a este personaje sin que eso fuera un distractor”, concluye.

La hora de todos llegará a los escenarios, a partir del 9 de septiembre en el Nuevo Teatro Libanés, ubicado en Barranca del Muerto esq. Minerva y 2 de Abril, para conocer precios y horarios, aquí.

Por Ulises Sánchez, Fotos: Cortesía CMV Comunicación

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