El actor, escritor y director Antón Araiza a quien hemos visto en montajes como La clausura del amor, 1984, Privacidad, concluye este 2022 con una residencia escénica en Teatro La Capilla, con 3 montajes que han pisado distintos escenarios dentro y fuera de la capital.

Del 6 al 16 de diciembre, el público podrá disfrutar de las diversas interpretaciones de Araiza en 3 monólogos diametralmente distintos: Un acto de comunión, Bambis dientes de leche y Café Deskafeinado, que se presentan martes, jueves y viernes de forma alternada.

Acerca de su residencia, Araiza comparte: “Tuve muchísimas ganas, en primer lugar, de combinar Bambis y Un acto de comunión por la diferencia actoral que requiere, por los estilos que tienen cada una de las obras, me parece que son unos opuestos muy claros, en la dirección, en la propuesta. Mientras Bambis dientes de leche presenta un estilo muy abierto al público, espectacular, mucho más dinámico y Un acto de comunión exige mucha más contención, más oscuridad en el personaje, otra calidad corporal”.

Agrega: “Me pareció atractivo como actor experimentar esas dos sensaciones en periodos cercanos, es decir, que no pasaran 6 meses para hacer una o la otra, poder tener este ejercicio de cambios de propuesta”.

Asimismo, el también autor puntualiza que está agradecido con Boris Schoemann, director artístico de La Capilla, quien le abrió las puertas del recinto para presentar estos tres trabajos que tantas satisfacciones le han dado.

La primera obra en presentarse es, Un acto de comunión, en la que interpreta a un hombre que lleva a cabo sus fantasías más atroces de canibalismo. La obra fue escrita por Lautaro Vilo y dirigida por Julio César Luna.

Sobre esta propuesta, el actor refiere: “Es un trabajo de mucha contención y eso es con lo que me quedo. Al terminar la función, ese dolor corporal, que es increíble, porque parece que no me muevo, pero es un trabajo fino y funciona porque hay un director, porque hay un actor, que entienden y que no se regocijan en la oscuridad”.

En segundo lugar se presenta Café Deskafeinado, su más reciente propuesta en la que no sólo escribe, también dirige y da vida a 8 personajes distintos, la cual surgió durante la pandemia, cuando el actor tuvo que enfrentarse como muchos compañeros a la falta de oportunidades por el cierre de los teatros.

A este respecto, Araiza explica: “Es un trabajo sumamente personal, todos los textos sé de dónde vinieron y a quién hacen referencia, transitar esos momentos de nuevo cada función dejan dolor y esperanza, gracias al siguiente monólogo. Es una montaña rusa de emociones, son 8 personajes y vas pasando uno tras otro y emocionalmente el espectador llega a hacer catarsis”.

Mientras que, esta semana toca el turno de la obra, Bambis dientes de leche, escrita por Araiza y dirigida por David Jiménez Sánchez, montaje que nos habla de la infancia y los sueños. De acuerdo con el actor, se trata de una obra muy dinámica donde se enfrenta a una exigencia, no sólo actoral, sino, también corporal.

Con relación a esto, Antón señala: “Con Bambis, me quedó con la escena del padre preguntándole a su hijo qué quiere, encontrando y colocando esa emoción de frustración de, no puedo convencer a mi hijo que le guste el futbol, pero esa tranquilidad de estar atento a lo que le gusta y lo voy a apoyar”.

Si bien hemos visto al actor en propuestas de gran formato, es un hecho que siente un gran aprecio a los monólogos o unipersonales, considerados como uno de mayores retos escénicos, donde los histriones que deciden realizarlo, deben pisar el escenario completamente solos, valiéndose únicamente de su fuerza interpretativa.

En este sentido, Antón recuerda que esta pasión surgió cuando trabajó bajó la dirección de Hugo Arrevillaga en Cielos (2012), de Wajdi Mouawad, a partir de ese momento su curiosidad lo condujo a escribir Bambis dientes de leche y Café Deskafeinado e interpretar Un acto de comunión.

Cuando Hugo Arrevillaga me puso a hacer el personaje de Clemente Simanowski, (…) eso me despertó la curiosidad y esa adrenalina, qué necesito como actor para sostener la atención del público durante una hora, una hora y cuarto, y a partir de ahí se me despertó esa idea del ejercicio del monólogo, de la preparación y buscar a los directores propicios para trabajar”.

Agrega: “Yo siempre he creído que un actor es producto de sus directores, tú eres una plastilina, el director te empieza a moldear y te pones en sus manos, porque hay confianza y porque deciden los dos trabajar juntos”.

Finalmente el actor, indica que le gustaría que sus obras tuvieran temporadas más largas: “Me encantaría que fueran muchos más meses y que el público tuviera la oportunidad de saber que siempre se presentarán esos monólogos, así que esta es la oportunidad de verlos uno por semana, excepto la cuarta semana, que quien quiera ver los tres, puede venir martes, miércoles y viernes”.

No te pierdas la residencia de Antón Araiza con funciones los martes, jueves y viernes hasta el 16 de diciembre, en Teatro La Capilla, ubicado en Madrid #13, Col. Del Carmen.

Por Itaí Cruz, Fotos: Javier Pérez Maya, Carlos Mercado y cortesía Antón Araiza

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