Por Alegría Martínez/ Un llamado misterioso, reúne a tres actrices en un escenario lleno de cajas, donde se planteará un debate, que analiza y critica con humor, la supuesta incomprensión de William Shakespeare sobre la capacidad, la inteligencia y el sentir femenino en sus personajes de este género, en contraste con las grandes virtudes atribuidas a sus personajes masculinos, lo que cuestiona la vigencia de su obra.
Verónica Bujeiro es la autora de Mrs. Shakespeare, un texto complejo en su estructura y rico en su análisis, así como en la investigación de materiales generados por diversos especialistas en la materia, que desentraña el contenido de fragmentos de textos dramáticos de personajes femeninos creados por William Shakespeare, y los confronta con la individual postura política, artística y literaria de un trío de actrices que han representado estos papeles en distintos momentos de su vida.
La obra realiza un recorrido revelador por algunos monólogos de emblemáticos personajes femeninos presentes en la obra del poeta y actor inglés, como los asignados a Porcia, Desdémona, Catalina, Lady Ann, Ofelia, Gertrudis, Lady Macbeth, e Isabel, entre otros, e integra el de Philip Henslowe, (1550-1616), quien fuera empresario de teatro isabelino.
Henslowe, -que efectivamente se desempeñó como comerciante, constructor, con John Cholmley del teatro The Rose, además de haber financiado otros, incluidos el Newington Butts, Fortune y El cisne, registró también en su diario, títulos de obras como Hamlet, Enrique IV, Enrique V y La fierecilla domada-, en Mrs. Shakespeare, es un personaje estrambótico, representado con destreza por Emma Dib, que se erige en la figura protectora del legado de Shakespeare.
Este personaje masculino, que usa lentes circulares, luce bigotillo y barba de candado pintados en el rostro de la actriz, porta un llamativo traje rojo con pantalón y saco largo, del que pende un cráneo en miniatura en alusión al de Yorick, y una “S” que alude a la inicial de su protegido, similar al logotipo de un conocido hotel, entre otros emblemas, incluida la leyenda “To be or not to be”, que cubre la parte posterior de su baja espalda.
En la obra de Bujeiro, bajo la dirección de Silvia Ortega Verttoretti, Henslow, se asemeja a un mercader del teatro, una especie de domador circense, que defiende al famoso dramaturgo por el beneficio económico que le reporta la representación de sus obras y acude a “una corte alegórica”, compuesta por el público y por el juez Tespis -considerado el primer actor, nacido en Grecia en el siglo VI-, esta vez representado por un objeto luminoso, para progresar en su alegato.
Silvia Ortega Verttoretti, reúne a un elenco de distinta formación profesional, experiencia y edad, compuesto por Emma Dib, en el papel de Henslowe, Emoé de la Parra, en el rol de Elea, una actriz de larga trayectoria, a Daniela Zavala como Dana, una actriz abierta a dialogar en torno al debate ahí surgido, y a Renata Wimer como Regina, una también actriz, feminista apasionada y abiertamente en contra del Bardo de Avon y de sus textos dramáticos.
La directora resuelve acertadamente los desafíos insertos en la obra de Bujeiro, que navega de manera complicada para el elenco, entre los distintos géneros de los monólogos shakespeareanos y la realidad de los personajes actuales, sin embargo, las transiciones requieren un trabajo más delicado y preciso en cuanto al tono, para que el espectador perciba con mayor nitidez lo que revela paso a paso el texto. Lo anterior, además de equilibrar trazo y posiciones que ubican a las actrices de espaldas al espectador en repetidas ocasiones, obstruyendo así la posibilidad de seguir fielmente la acción, al menos para las personas que se encuentran en las primeras filas.
Las actrices que interpretan ese rol, son ataviadas con un vestuario actual y cotidiano, diseñado por Mario Marín del Río que destaca los rasgos principales de cada personaje, como un overol, camiseta y tenis sin agujetas para la joven feminista; leggins, vestido corto de algodón con tirantes y tenis para la actriz de criterio abierto, y suéter largo, mascada, pantalón y zapato de medio tacón para la intérprete de mayor trayectoria. El traje de diseño extravagante para el cuarto personaje, que genera curiosidad y gracia, subraya el ímpetu voraz, cómico y adulador del personaje.
Como si las cajas de cartón distribuidas sobre el escenario fueran un cofre de sorpresas y ante el ligero telón azul al fondo, -que integran la sencilla y eficiente escenografía de Félix Arroyo, también diseñador de la iluminación-, el elenco utiliza elementos de utilería para representar a los personajes de reconocidas obras como El mercader de Venecia, Otelo, La fierecilla domada, Hamlet, Macbeth, Romeo y Julieta y Medida por medida.
Mrs. Shakespeare cuenta con la labor de Renata Wimer como dramaturgista, la traducción de monólogos de Shakespeare de María Pintado, la composición musical y diseño sonoro -que ubica y da la bienvenida al público a la época del Cisne de Avon-, de Alberto Rosas. El diseño corporal es de Ulises Martínez, la dirección residente, asistencia de dirección y de producción, es de Mauricio Montesinos y la coordinación de producción en ensayos es de Iván Olivares.
La obra de Verónica Bujeiro, revierte, mediante la reflexión y las distintas lecturas insertas en los monólogos elegidos, las acusaciones que señalan de sexista, misógina e ignorante, silenciadora del espíritu femenino y sin vigencia la obra del autor de El sueño de una noche de verano.
Mrs. Shakespeare es una propuesta escénica que invita a investigar y reflexionar en el sentido de las palabras, en el significado de las metáforas y en la forma de percibir, desde la equidad, nuestro presente, sin dejar de lado el humor y la crítica en torno al comercio del quehacer escénico.
La obra se presenta de viernes a domingo hasta el 10 de diciembre en La Teatrería, consulta horarios y precios, aquí.
