Desde el pasado 29 de noviembre y hasta el 27 de diciembre, el Foro Shakespeare ofrece funciones de Malintzin, un montaje escrito por Luis Santillán, que busca profundizar en el mito en torno a la figura de la Malinche, señalando las virtudes de sus actos, más allá del estigma de su traición.

Águeda Valenzuela, Ana Karen Gaona Estephany Hernández son las encargadas de dar voz a esta mujer castigada por la historia, mediante diversas imágenes corporales, creadas a partir de un arduo estudio del contexto político, social y cultural, en el que se desarrolló Malintzin.

Águeda, ¿qué se va a encontrar la gente en este montaje?
Malintzin es una obra hecha con todo el corazón. Narra la vida de Malintzin, desde el momento en que llegan los españoles, hasta la caída de Tenochtitlán. Nuestro deseo es mostrar a esta adolescente, porque era casi una niña, como un ser humano, una persona que tiene virtudes y defectos, con una vida bien difícil.

¿La historia dista mucho de la realidad de esta mujer?
Ella fue regalada dos veces en su vida. La historia no le hace justicia, solo nos dicen que ella es la mala, la traidora, cuando en realidad ella no le debía a nadie, porque se trataban de distintos pueblos, no de un país como ahora, entonces ella actuó de acuerdo a sus circunstancias.

¿Cómo se plantea su vida en escena?
Esta historia se basa en nuestro movimiento corporal y en nuestra voz, tenemos muy pocos elementos escenográficos. Nosotros nos enfocamos mucho en la interpretación, porque Malinali, se servía de su voz para comunicarse, por eso queríamos hacer énfasis en ese elemento. Además, nos basamos en diferentes códices para crear nuestras secuencias de movimiento, la gente se va a encontrar con imágenes muy interesantes y con corporalidades extracotidianas.

¿Cuál ha sido el principal reto al abordar este texto?
Se trata de un texto muy poético, muy hermoso, pero para poder entrarle bien hay que estudiarle, nos empapamos de muchas referencias que hablaran de esta mujer, donde también lo importante era comprender cómo eran esas vidas hace tanto tiempo, cosa que no se nos enseña en la escuela, por lo que debimos tener claridad en el funcionamiento de las castas, los esclavos, las doncellas, los guerreros, en fin, entender toda la cosmogonía del mundo prehispánico, eso ha sido lo más retador.

¿Qué dato te sorprendió más en esta investigación?
De las cosas más impactantes que descubrí fue entender el trabajo de Malintzin, porque ella no solo traducía, tenía que traducir conceptos, el entender que ella interpretaba todo un mundo distinto, me parece muy impactante, porque además era una niña.

Disfruta esta producción con funciones en el Foro Shakespeare, hasta el 27 de diciembre, para conocer más detalles, da clic aquí.

Por Ulises Sánchez, Fotos: Cortesía Compañía Taumaturgia

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