Ana Ligia García formó parte del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro (CNT) de 2008 hasta hoy. Su talento le permitió seguir dentro del elenco por más de una década. Su excelente labor en los escenarios se pudo apreciar en una gran cantidad de obras donde dejó constancia de su gran capacidad histriónica.

Participó en obras como Los grandes muertos, El ruido de los huesos que crujen, Numancia, Misericordia, Una mentira, Homéridas, Estar sin sitio, Las preciosas ridículas. El padre, y Olvida todo entre muchas, muchas más.

Terminó su ciclo dentro de la CNT, la vimos actuar con personajes diversos del teatro clásico y contemporáneo, al respecto platicamos con ella sobre su paso por la compañía.

Ana, una actriz profesional hace teatro, cine, televisión, series, publicidad, etc., ¿Por qué haces teatro?

Hago teatro para no morirme, te lo digo en unas cuantas palabras, el teatro te da algo que no te da el cine, la televisión, que no te da la publicidad, que es estar viva en el instante, es una sensación que me mantiene viva; he tenido la fortuna de hacer más teatro que otra cosa. ¡Hago teatro para estar viva!

¿Dónde naciste y dónde fue tu formación cómo actriz?

Nací en Guadalajara, Jalisco. Fue curioso, estudie en un Centro de Educación Artística (Cedart), ahí enseñan música, pintura, danza, artes plásticas y todas las materias que llevas en la preparatoria y al final, al tercer año escoges una materia que será tu tronco común; al tercer año escogí teatro sin saber que me iba a dedicar a ello toda mi vida.

Escogí teatro porque me gustaba mucho, me pregunté: ¿sí voy a vivir de esto, sí es a lo que me quiero dedicar toda la vida? Justo cuando entré a un Cedart un maestro me invitó a su compañía, y sabes, tengo la fortuna de haber crecido en Compañía, desde que estuve y salí del Cedart he estado en una Compañía, después en otra y ahora en la Compañía Nacional de Teatro donde termina mi ciclo, he sido muy afortunada. Este inicio fue en Guadalajara, el lugar se llamaba Espacio Agua Viva, la dirigía Pedro Antonio Laguna (Q.E.P.D), después entré a la Compañía de la Universidad de Guadalajara, que la dirige el maestro Rafael Sandoval, ahí estuve cinco años y después me vine a Ciudad de México. Aquí en la capital seguí estudiando actuación en La Casa del Teatro, formé parte la generación 99.

En este proceso de formación ¿De qué maestro o maestra aprendiste más? Es decir ¿Quién te cimentó esto para lograr ser la actriz que eres hoy?

Creo que a lo largo de mi vida he tenido a diferentes mentores, y no se acaban, no podría hablarte de una maestra o maestro en específico, porque han sido muchas y muchos los que me han dejado una parte de ellos. He sido muy afortunada de tener profesores y maestras extraordinarios, de danza, música, pintura, y no se diga de teatro.

¿Alguno en especial? Qué digas éste o ésta en especial por lo que me enseñó, aprendí y fue genial

Sería muy injusta mencionarte a uno o una, tengo esa sensación, no podría hablar de un profesor (a) en concreto, creo que no.

¿Cuál es la primera obra de teatro en la que participas a nivel profesional, quién dirigió y en qué teatro?

La obra se llama Entre Doctores, de Joaquín Abati y Díaz, la dirigió Pedro Antonio Laguna, fue en el Foro Ágora del Ex Convento del Carmen. Año 1991.

¿Cómo llegaste a la Compañía Nacional de Teatro?

Por la convocatoria. El maestro Luis de Tavira lanzó la convocatoria, esto se hizo a través del Fonca, salió en todos los medios -en ese momento las redes sociales no eran lo que son ahora-, supongo que lo vi en un periódico, me enteré y dije ¿por qué no voy a aplicar?, y apliqué a la convocatoria, entré en 2008, tuve la fortuna de quedarme.

Cabe recordar que en 2008 la CNT se restructuró con la llegada de Luis de Tavira como director artístico, dentro de los cambios se propuso la inclusión de los actores en residencia con la finalidad de laborar de tiempo completo, es decir contar con un elenco estable y un repertorio.

¿Eres la única que termina su ciclo de quienes estaban desde este inicio?

No, justamente hoy se van Rodrigo Vázquez, Gabriela Núñez y yo, quienes estuvimos desde el inicio. También salen otros compañeros y compañeras que no estuvieron desde el principio, desde ese inicio solo nosotros tres.

¿Cómo fue tu experiencia dentro de la CNT?

Te podría decir que mi paso por la CNT, marcó mi vida y marcará mi vida artística. En ésta Compañía viví una serie de experiencias que me van a marcar para siempre, fundamentales para mi crecimiento profesional. Sí creo que la Compañía me dio herramientas que me van ayudar -ahora que salgo- a ser la actriz que puedo ser en este momento. Tengo la sensación y certeza que he llegado a esa madurez que se logra al estar en el escenario. Siempre hablaré y agradeceré estar cerca de las grandes actrices y actores de número; compartir la escena con Ana Ofelia Murguía, Marta Aura (Q.E.P.D), Adriana Roel (Q.E.P.D.), Farnesio de Bernal, Luis Rábago, Julieta Egurrola, con el maestro Ricardo Blume (Q.E.P.D.), Marta Verduzco, fueron casi todos, fue una fortuna trabajar con estos grandes actores.

Con Luisa Huertas ahora, ¡me despido estando en el escenario con Luisa Huertas…! no puedo entender mejor regalo que éste, del teatro y la vida, de verdad Roberto. Justo ahora que tú y yo hablábamos de tu experiencia en el escenario, creo que me vas a entender. Estar cerca de ellos, no solo es aprender del teatro, es aprender de la vida, es la enseñanza más grande que me llevo. Ellos te enseñan a vivir la vida del teatro desde que te levantas, desde que desayunas, lo que escuchas cuando estás simplemente descansando y cómo descansas; cómo te preparas para un día de función. Eso es invaluable. De ellas y ellos aprendí todo lo que sé ahora, respetar el arte del teatro desde que me levanto, hasta que me acuesto.

¿Cuál es la obra y personaje que más disfrutaste? Que digas éste es el mejor personaje que interpretado, con éste me quedo, y esta obra estuvo redonda, en la CNT o la que tú me digas.

Qué difícil Roberto, ¿En la Compañía? ¿La que yo quiera recordar…?

Sabes voy a recordar El ruido de los huesos que crujen. Ahí era una niña, Elikia, una niña de trece años y cuando me dijeron Ana Ligia vas a hacer a Elikia, yo dije, se están equivocando, no puede ser. Me dijeron, sí vas a interpretar a Elikia, y cuando descubrí que sí pude ser Elikia, una niña de trece años…me dan ganas de llorar. Uno piensa, no, ¿cómo voy a hacer a una niña? y pues claro, ése es el arte de la actuación. ¿Qué hice en ese momento? Recordar la niña que fui, tenía cuarenta años y lo pude hacer, en mí veían a una niña, por eso quiero hablar de ese personaje, porque fue un gran reto, porque me costó mucho trabajo. También trabajaba en esa obra Luisa Huertas, fueron muchos regaños, Luisa muchas veces me decía no y no, esa no es la voz de Elikia, búscala (justo lo que hablábamos ahorita), busca a Elikia en tus entrañas, vas a encontrar la voz de la niña desde las entrañas. Por tal razón quiero recodar esa obra y ese personaje.

Fue el personaje que más trabajo te costó hacer, y el más entrañable. En teatro se dice que los personajes escogen a los actores, quizá este personaje te decía no quiero que me hagas; no se dejaba habitar, no quería que tú lo encarnarás ¿es Elikia o hay otro?

Elena Garro, recién terminó la temporada de Olvidar todo, yo soy Elena Garro. Con ella me pasaron dos cosas, también me dijeron: Ana Ligia vas a interpretar a Elena Garro, yo dije no, a ver, ¿es en serio? Sí y tú vas hacer a Elena Garro. Segundo, las coincidencias de vida, de mundo; Elena Garro me empezó hablar de diversas maneras.

Perdón, en ese momento pensaste: ¿Me piden que haga a Elena Garro por qué tengo la capacidad, talento y por el reto que implica el personaje?

Es un gran desafío sin duda, yo creo que dijeron: ya te vas de la CNT, bueno despídete con esto y vamos a ver. Me costó muchísimo trabajo, y sabes ahora no te puedo hablar como lo hago de Eliquia y de otros personajes, porque es muy reciente. Justo antes de llegar al estreno Elena Garro ya me lo había dicho, y pensé: y si no soy yo, tal vez Elena Garro que no quiere que yo la interprete, entonces no sigamos adelante. Pasaron tantas cosas.

¿Qué te decía Elena Garro?

O le hablaba: Elena si no soy yo, dímelo. Fue muy rudo Roberto, muy rudo lo que pasó durante el proceso. A veces le decía bueno Elena, yo sé que tu vida –tenemos que decirlo- fue realmente caótica, complicada y tormentosa, nunca estaba en paz. Pero le decía, no me hables desde ahí, eso estaba pasando en el proceso. Y de pronto empezaron a llegar algunas personas, veían y decían: no, no -hay mucha gente que conoció a Elena Garro- y no, de ninguna manera Elena Garro puede hacer eso…no Elena no. Entonces pensé, a ver, sí yo les hago caso a todas las personas que la conocieron nunca me voy a poder parar en el escenario.

La estudiaba mucho en mi escritorio, en las noches, en las madrugadas cuando mi hija ya está dormida, me ponía otra vez a repasar el texto y recordaba, ¿qué me dijeron hoy? Qué Elena Garro no hacía esto, esto, y esto otro, bueno, ellas y ellos dicen eso, pero el texto de Jimena Escalante –autora- es esto y este es el momento que ella ha querido volver a traer a la vida. No puedo no concordar, porque entonces no habría sido el texto de Jimena. Tuve que decirle a Elena: bueno vamos a llegar a acuerdos para poder pararnos ahí y que la gente diga, ah bueno puede que sí. Dar vida a Elena Garro no fue nada fácil, no se dejó, no se sigue dejando, terminó la temporada y sigue sin dejarse. Qué linda tu pregunta porque puedo hablar de esos dos personajes: Eliquia y Elena Garro.

En este momento de tu carrera ¿Qué personaje te falta hacer? con cuál dirías: me falta éste antes de que termine mi carrera y me retire.

Si te voy a decir cuál y lo tengo que hacer, es Lady Macbeth, ése lo tengo que hacer antes de morirme, si quiero, tengo muchísimas ganas de hacerlo.

Encarnar a Lady Macbeth es un gran reto, monumental, hacer un Shakespeare lo es, pero dar vida a Lady… no sé, pero yo quiero hacerlo, creo que estoy en el momento para interpretarla. Sé que hay tantas y diversas interpretaciones de este personaje con actrices maravillosas a las cuales admiro, y me pregunto: ¿y yo, cómo lo haría? Es un reto que tengo que alcanzar, que tengo que hacer y lograr.

Has trabajado con grandes directores de teatro ¿Te falta alguno?

Sí, David Alguín.

Termina tu ciclo en la CNT. ¿Cómo te ves a futuro, qué viene para ti?

Siempre es difícil saber que viene para uno. Vislumbro un panorama muy productivo. ¿Sabes que vislumbro? Lo voy a decir, me gusta tu pregunta, vislumbro mucho cine. Creo que es el momento para dedicarme a ese otro arte que también admiro y respeto, y justo porque el teatro me ha llamado siempre no he tenido la oportunidad para dedicarme como debo dedicarme a ello. Sí lo veo, si lo digo, lo decreto y va a suceder…jaja

Por Roberto Sosa, Fotos: Alberto Hidalgo y Sergio Carreón Ireta

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