El colectivo de creación escénica Teatro Espejo, en co-producción con 4 Búhos Teatro presentan el montaje Tierra Firme, el cual lanza un llamado a escuchar la voz de los niños en momentos difíciles.

Esta propuesta fue escrita por Mel Fuentes en colaboración con Jessica Lunet y se presenta bajo la dirección de Miguel Jiménez con funciones los sábados y los domingos en el Teatro María Tereza Montoya hasta el 3 de julio.

En la historia, los intérpretes Fuentes, Lunet, Elizabeth Guajardo y Sergio Canul dan vida a los cuatro niños que se pierden en un lejano bosque, donde ronda un monstruo llamado “La sombra”. Juntos, y con ayuda de un viejo radio, tendrán que enfrentarse a sus más grandes miedos para lograr volver a su campamento.

Sobre su experiencia en este montaje, Sergio Canul comparte: ”Me siento muy contento y orgulloso en este proyecto, sobre todo del mensaje que estamos dando, de lo que queremos comunicar. Yo pienso que este proyecto es sumamente confrontativo, tanto para nosotros como actores, así como con los creativos y el espectador”.

“La obra habla de los miedos y problemas que se pueden vivir en la infancia, pero que muchas veces son silenciados por los adultos, al pensar que los problemas a esa edad no son tan graves. Sin embargo, se convierten en heridas que vamos cargando”, señala.

“Esta obra habla de cuatro niños que están intentando curar sus heridas, enfrentando sus miedos para poder continuar con su vida sin tener frenos, lo cual ha representado un proceso difícil en cuanto a la construcción de los personajes porque nosotros no queríamos caricaturizar a un niño”, agrega.

De acuerdo con Canul, estos personajes están basados en las infancias de los propios actores, representando una esencia de lo que fueron, así como de sus distintos problemas y retos.

“Por esa razón ha sido un trabajo bastante confrontativo, porque se dejan ver todas nuestras oscuridades y sombras, por lo mismo ha sido complejo y divertido a la vez. Para poder abordar este retrato infantil, fue necesario volver a recordar la mirada inocente y de asombro con que los niños ven la vida, eso nos ayudó a activar nuestro sentido lúdico porque como adultos, cada vez más, vamos siendo fríos e indiferentes, pareciera que ya conocemos todo”, comenta.

Y agrega: “Esta obra está dirigida principalmente a niñas y niños para que puedan descubrir que su voz tiene importancia, y que sepan que no hay motivo para callar, pero también buscamos que los adultos regresen a su niñez y recuerden las sensaciones y momentos complicados que quizá pasaron en soledad”.

Para el actor es complicado trabajar para un publico infantil, debido a que los temas que se tratan son sensibles pero de suma importancia, como por ejemplo el abuso sexual a esa edad, la educación machista, las infancias trans y la aceptación del propio cuerpo.

“El reto fue no representar estos temas de una forma violenta, por eso decidimos abordar todo esto a partir de su propio lenguaje con la finalidad de empoderarlos”, concluye.

Esta producción tendrá temporada hasta el 3 de julio y ofrecerá función doble los días 2 y 3 en el Teatro María Tereza Montoya, ubicado en Eje Central Lázaro Cárdenas 912, Col. Periodista, consulta horarios y precios, aquí.

Por Ulises Sánchez, Fotos: Cortesía producción

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