Los trabajos del Observatorio Teatral revelan la situación operativa de los foros en México, de acuerdo con este primer estudio algunas de las principales problemáticas a las que se enfrenta el gremio teatral es la centralización de la oferta cultural, problema innegable para el desarrollo de nuevos públicos. Así como, la escasa producción de obras y la carencia de patrocinios.

Al respecto, Juan Meliá, director de Teatro UNAM, declara: “El primer hallazgo te diría que es la necesidad de haber hecho este estudio, es muy particular lo que estamos viviendo todos con esta pandemia que nos rodea y que en el momento más álgido en el 2020, nos hizo darnos cuenta de que debíamos conformarnos mucho más como gremio”.

Y agrega: “En cuestión de teatro nos dimos cuenta que seguíamos contando con pocos datos sobre nuestro funcionamiento en la ciudad y en los demás estados, no teníamos luz sobre los mecanismos con los que se mantenía en pie el ámbito público ni el privado, es decir, era necesario construir más datos de manera colectiva sobre la operatividad en sus distintas ramificaciones”.

De acuerdo con Juan Meliá, de los 720 teatros que aparecen en el directorio del Sistema de Información Cultural (SIC) de la Secretaría de Cultura, ubicados en todo el país, el 80 por ciento son espacios públicos, y el 30 por ciento independientes o privados.

“Los encuestados respondieron a un cuestionario muy complejo, donde era necesario conocer a fondo el manejo de las salas desde la parte técnica, administrativa, artística y de difusión, donde más de 100 teatros respondieron, haciendo evidente la necesidad que había de responder”, declara.

Y agrega: “Del estudio se desprenden varias líneas de reflexión, en cada temática del cuestionario había la misión de hacer descubrimientos muy específicos, como las características del predio, también de la instancia que lo operaba y ahí la brecha de lo público e independiente se hizo más evidente”.

De acuerdo con el académico, en nuestro país los espacios que pertenecen a centros culturales están mucho más en el ámbito público que en el independiente, representando mayor esfuerzo para la difusión de proyectos emergentes, mismos que ocupan espacios en renta lo cual implica un riesgo mayor para su sustentabilidad.

En el rubro de lo administrativo, se preguntaba sobre las formas de contratación y el número del personal. Así como, el tamaño de su organigrama de trabajo.

“Hay más gente desempeñándose en aspectos técnicos y de vigilancia en lo público, en programación es mucho menor, también observamos que la forma de contratación temporal es mayor a contrataciones permanentes con muy pocas prestaciones”, afirma.

Y agrega: “La principal forma de subsistencia es vía taquilla con pocos patrocinios, donde el valor de la taquilla cambia drásticamente de lo público a lo independiente. Algo indudable en nuestro país es que los apoyos del ámbito público que se otorgan están mayormente enfocados hacia las compañías para poder presentarse y esto de manera indirecta favorece a las salas”.

Finalmente, Juan Meliá concluye que hay una necesidad de repensar las políticas de apoyos a las salas con el fin de aumentar su capacidad de producción, debido a que hay un gran número de espacios que no programan temporadas, teatros que trabajan la parte multidisciplinaria para poder sobrevivir.

Por Ulises Sánchez, Fotos: FB Teatro UNAM.

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