El esperado clásico y multipremiado espectáculo clown, creado por Vyacheslav Ivanovich Polunin, mejor conocido como Slava Polunin, considerado uno de los mejores exponentes del género en el mundo, está cada vez más cerca de su estreno en el Teatro San Rafael, lugar en el que ofrecerá funciones hasta el 12 de junio.
El único payaso mexicano dentro de esta propuesta, Izmir Gallardo habla sobre el proceso creativo al interior de la compañía y cómo ésta logra conectar con el espectador como muy pocas producciones, así como lo que podrá ver el público mexicano en su Tour 2022.
“Me siento muy afortunado de formar parte de este espectáculo, aunque yo ya había formado parte de la compañía desde el 2006 al 2010, donde me tocó viajar a varias partes del mundo, Corea del Sur, Brasil, Nueva York, Inglaterra y México varias veces. Ahora, después de 12 años de no haber colaborado, nos volvemos a encontrar”.
Agrega: “Me entusiasma mucho trabajar con ellos porque es un gran espectáculo de calidad mundial, donde hay grandes payasos e intérpretes en escena, de los cuales siempre aprendo mucho. Agradezco al destino por la oportunidad y por el placer de seguir desarrollándome a nivel profesional”.
De acuerdo con el intérprete, el conocer otras maneras de hacer reír bajo la técnica del clown y el compartir escena con compañeros de otros países, siempre genera otras maneras de abordar el trabajo escénico, al igual que otras formas de ser payaso.
En ese sentido, Gallardo comenta: “Fue muy enriquecedor poder entender otras formas de acercarse al arte. Este show se basa en un minimalismo no expresivo, busca, hasta cierto punto, el trazo del movimiento mínimo donde reine la expresión interior y eso me gusta mucho, al contrario de la grandilocuencia que puede tener, en el buen sentido, la escuela mexicana de clown que viene muy influenciada por el circo americano”, comenta.
Añade: “En Slava’s se aprecia un minimalismo con expresión corporal muy extra cotidiana, atendiendo a los principios teatrales y apoyada con imágenes llenas de color y de magia, imágenes oníricas acompañadas de efectos teatrales, gracias a la caja teatral que el show aprovecha al maximo”.
En palabras del intérprete, la gran virtud de esta propuesta es que va al fondo de la esencia humana, más allá de cualquier nacionalidad, donde se muestra un gran despliegue escenográfico y hecho de forma artesanal, dando lugar a una imaginación pura de payasos, provocando algo más cercano a un sueño, a una pintura surreal.
Al respecto, el creador afirma: “El espectáculo sucede como en otra lógica de lo que estamos acostumbrados a presenciar cuando vamos al teatro, aquí se ven distintos cuadros mímicos, en uno se puede hablar de la soledad, el otro puede tratar de la nostalgia, el otro del amor hacia uno mismo, otro sobre la lluvia de sentimientos que experimentas en la vida, dando como resultado una suma de emociones”.
Izmir confiesa que esta propuesta tiene un poder emocional contundente, hecho que le ha permitido aprender en todo momento, desde el más mínimo detalle, por lo que considera, se ha convertido en una gran experiencia de formación y de vida.
Con relación a esto, el clown mexicano puntualiza: “El temperamento ruso es serio, por otro lado cómico, cargado de una historia profunda, llena de grandes acontecimientos universales que sin duda marcan la visión creativa, haciéndote fuerte de corazón, de espíritu y de alma”.
Agrega: “La disciplina tiene mucho que ver, son los grandes teóricos y sistematizadores de la teatralidad, es decir, grandes artistas de circo, pero también grandes artistas de teatro, grandes aportadores a la cultura académica del teatro universal que desentrañan los caminos de la formación actoral. Yo creo que el teatro ruso es de una tradición muy poderosa y eso se transmite en el escenario”.
Para el también director escénico, la importancia que tienen los años de experiencia en cuanto a la construcción de puestas teatrales honestas y entrañables como de la que ahora es parte, es vital. Asegura que mientras en nuestro país llevamos menos años especializándonos profesionalmente en las artes escénicas, en otras latitudes este hecho se considera ya una tradición de años atrás.
“Solo dos maestrías en dirección escénica hay en el país, en Yucatán y en la Ciudad de México, en la Escuela Nacional de Arte Teatral y en la Escuela Superior de Artes de Yucatán. Sin embargo, esta maestría se imparte en San Petersburgo desde 1908, nos llevan más de un siglo en comprensión de los fenómenos escénicos, ya los tiempos son otros, las distancias se acortan pero la experiencia es la experiencia y el legado es el legado, es así”, concluye.
No te pierdas de esta mega producción con funciones del 25 de mayo al 12 de junio en el Teatro San Rafael, ubicado en Virginia Fábregas 40, consulta horarios, precios y descuentos, aquí.
Por Ulises Sánchez, Fotos: Cortesía producción, FB Izmir Gallardo
