Bajo el título Gretel y Hansel 2.2 solo quiero una oportunidad, es que La Compañía de Teatro Penitenciario externa, presenta la segunda temporada de Hansel y Gretel, bajo la dirección de Itari Marta, con un elenco integrado por Valeria Lemus, Javier Cruz e Ismael Corona y música de Rafael Sencillo, quienes ofrecen funciones todos los miércoles en El77 Centro Cultural Autogestivo hasta el 22 de julio.

Sobre el tema que aborda esta adaptación del cuento tradicional de los hermanos Grimm, el actor Javier Cruz, comparte: “Hicimos una exploración del cuento tradicional y lo trajimos a la realidad, abordado desde el maltrato infantil, el abandono, donde hablamos de esas brujas y brujos a los que te enfrentas cuando eres niño”.

“Nosotros tuvimos que meternos, echarnos un clavado a nuestros recuerdos y ver en qué nos identificábamos con Hansel y Gretel, personajes que yo creo que todos tenemos dentro”, confiesa.

Y agrega: “Mucha gente educa a sus hijos a golpes, a mí, a Ismael y a Valeria no tanto, pero sí nos trataban de esa forma. Recordamos cosas muy bonitas, pero también recuerdos muy difíciles de violencia y abuso, donde no hay que decir no, yo no pasé eso, al contrario sí lo viví, y yo sé que no fue mi culpa”.

Para el actor, volver a su infancia ha representado un reto muy confrontativo, donde viejos fantasmas se hacen presentes cada vez que profundiza en la interpretación de esta obra.

“No es fácil volver a la infancia, en muchas obras nos hemos enfrentado con nuestros demonios, con nuestras tristezas. Sin embargo, aquí piensas: ¡Hey! Eso no me tendría que haber pasado, nada más porque era un niño, y tampoco de adulto es aceptable un trato violento, pero al menos estás más preparado para afrontar una situación así y los niños no, ellos no tienen culpa de nada”.

“Es la primera vez que Itari nos dirige en un montaje en el exterior, de nueve años que lleva la compañía formada, nunca nos había dirigido y es una muy bonita experiencia, porque es una persona muy profesional y decidida”, añade.

Para el intérprete, este tipo de iniciativas que busca la reinserción de las personas que han terminado en prisión por diversas circunstancias, a través de su pasión, necesita mayor apoyo por parte del espectador, ya que considera es una profesión a la que en muchas ocasiones no se le brinda la importancia como a cualquier otro trabajo.

“Toda mi familia por parte de mi papá, trabajó en Petróleos Mexicanos, en el sindicato, en la torre, en refinería de Azcapotzalco, en fin, y yo no quise seguir sus pasos. Por mis acciones caí en la penitenciaría y fue ahí que mi vida cambió por completo, y hoy hago lo que me apasiona al encontrarme con la compañía”, comparte.

“La gente apoya este tipo de iniciativas pagando su boleto en taquilla, no pidiendo una cortesía, gracias a la Red de Espacios Independientes, sí se otorgan cortesías pero con un costo de 50 pesos, con el fin de asegurar un ingreso a todos los involucrados porque el teatro merece respeto, es un trabajo como cualquier otro y además, cambia la vida”, concluye.

Disfruta de este montaje con funciones todos los miércoles en el recinto ubicado en Abraham González 77, consulta horarios y precios, aquí. 

Por Ulises Sánchez, Fotos: Cortesía Producción 

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