Teatro El Milagro presenta el montaje Una niña es una cosa a medio formar del dramaturgo Eimar McBride, traducida por al español por Annie Ryan y Pía Laborde Noguez, quien interpreta este monólogo, bajo la dirección de Juan Miranda.

Sobre la premisa, la actriz comparte: ”Este proyecto muestra la historia de una niña que desde su nacimiento, y a través de su infancia y adolescencia, se confronta con la fragmentación de su identidad a causa del mundo violento que la rodea, ella creció con una madre muy religiosa y un hermano que sufre una enfermedad mental”.

“El texto aborda una vida sexual turbulenta y reflexiones acerca de las construcciones sociales predeterminadas, sobre la feminidad y la omnipresencia de la violencia masculina”, señala.

“Ha sido un proceso muy difícil, lo considero el reto más grande en mi carrera y creo que es el reflejo de la lucha de muchas mujeres, tanto en Latinoamérica como en el resto del mundo, porque la complejidad de la forma en que la obra aborda los temas que las mujeres vivimos dentro de un contexto de vulnerabilidad, me parece muy puntual”, añade.

La actriz asegura que trabajar con Juan Miranda, ha sido un privilegio, ya que los une una profunda amistad y una química escénica que disfrutan.

“Este es el primer proyecto que hacemos juntos y desde entonces hemos seguido trabajando juntos, fue un proceso muy exquisito por la seguridad y la confianza mutua, él aborda este texto tan complejo, con un lenguaje tan experimental y un ritmo muy único”, puntualiza.

Sobre los escenarios en donde se desarrolla la acción, Pía comenta: ” Originalmente la obra se desarrolla en la Irlanda rural, pero nosotros sí queríamos contextualizar y mostrar un México muy exquisito, sin realmente ubicar un lugar preciso, porque creo que es importante mantener la idea de que nunca se especifica donde suceden las cosas, entonces nuestra adaptación tiene eso también”.

Y agrega: “Solo sabemos que la protagonista viene de un lugar rural para vivir en la ciudad, para estudiar la universidad, consideramos que la historia es demasiado universal como para plasmarla en un lugar en particular”.

De acuerdo con la intérprete, la escenografía es una estructura de metal con frágiles hilares que fueron pintados a mano, lo que permite crear distintos espacios dentro de la pieza, partiendo del imaginario de la niña, con una iluminación en color azul y verde.

“Estoy muy emocionada de presentar esta historia en El Milagro, después de una temporada muy exitosa en el Museo Tamayo hace tres años, además agradezco el equipo de este proyecto, porque es el primero de mi compañía, se llama Dolores, fundada en Inglaterra, donde la intención es crear proyectos que inciten a un intercambio cultural”, concluye.

Disfruta esta propuesta con funciones en el recinto ubicado en Milán 24, para conocer precios y horarios, aquí.

Por Ulises Sánchez, Fotos: FB El Milagro

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