Desde el pasado 25 de agosto y hasta el 29 de septiembre, el Foro Shakespeare alberga El ángel de Varsovia, una historia que rinde tributo a Irena Sendler, conocida como El Ángel del Gueto de Varsovia, quien durante la Segunda Guerra Mundial, arriesgó su propia vida al organizar el rescate de unos 2500 niños judíos.

En esta ocasión, la dramaturgia de Tomás Urtusástegui, es llevada a escena por Carlos Rangel, con la interpretación de Fanny Sarfati, quien ofrece una actuación desgarradora de la vida de la célebre enfermera y trabajadora social.

Si aún no has visto esta propuesta, a continuación te cuento 5 datos curiosos sobre la historia.

La razón que tuvo Sendler para rescatar niños. De acuerdo con la enfermera, la razón principal que la hizo rescatar a los pequeños fue la crianza de la que gozó en su infancia, pues aseguró que fue enseñada a ayudar al prójimo sin mirar su religión o su nacionalidad, por lo que ver el trágico destino que enfrentarían los menores, se convirtió en su principal motor para salvarlos.

Irenea no solo impidió la muerte de niños durante la guerra.  Cuando Alemania invadió el país en 1939, Irena era enfermera en el Departamento de Bienestar Social de Varsovia, el cual manejaba los comedores comunitarios de la ciudad, allí trabajó incansablemente para aliviar el sufrimiento de miles de personas tanto judías como católicas. Gracias a ella, estos comedores no solo proporcionaban comida para huérfanos, ancianos y pobres, sino que sumaron la entrega de ropa, medicinas y dinero.

El modo en que el ángel de Varsovia rescataba a los pequeños. A lo largo de un año y medio, consiguió rescatar a más de 2.500 niños por distintos caminos, en un principio comenzó a sacarlos en ambulancias como víctimas de tifus, pero pronto se valió de todo tipo de subterfugios que sirvieran para esconderlos: bolsas de arpillera, cestos de basura, cajas de herramientas, cargamentos de mercaderías, bolsas de papas, e incluso ataúdes.

El registro de las identidades. Con la ilusión de que algún día los menores pudieran regresar con sus familias, Sendler ideó un archivo en el que registraba los nombres de los niños y sus nuevas identidades. Al finalizar la guerra, Irena le entregó las notas al Doctor Adolfo Berman, el primer presidente del Comité de salvamento de los judíos sobrevivientes. Sin embargo, la mayor parte de las familias de los niños había muerto en los campos de concentración nazis.

La atroz tortura que sufrió. Fue solo cuestión de tiempo para que los nazis supieran de sus actividades. El 20 de octubre de 1943, fue detenida por la Gestapo y llevada a la infame prisión de Pawiak donde fue brutalmente torturada y aunque era la única que sabía los nombres y las direcciones de las familias que albergaban a los niños judíos, soportó la fractura de sus pies y piernas, así como interminables actos de vejación. Tiempo después fue rescatada y continuó trabajando con una identidad falsa.

Ahora conoces algunos de los datos que enriquecen este montaje, no te lo pierdas con funciones todos los jueves, en el recinto ubicado en Zamora 7, para mayor información, da clic aquí. 

Por Ulises Sánchez, Fotos: Cartelera de Teatro.

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