Xavier Villaurrutia, poeta y crítico fundamental de la dramaturgia nacional

Xavier Villaurrutia González (poeta, ensayista, docente, dramaturgo y crítico literario)

Primeros estudios

Xavier Villaurrutia González nació el 27 de marzo de 1903 en la Ciudad de México. Sobre su familia existe muy poca información, pero se cree que provenía de una familia acomodada.

Cursó la primaria y secundaria en el Colegio Francés. Más tarde ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria, donde conoció a Salvador Novo y Jaime Torres Bodet.

Formación Académica

Villaurrutia se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, sin embargo, abandonó la carrera de jurisprudencia para dedicarse de lleno a las letras.

Fue así que ingresó en 1928, al Departamento de Teatro de Bellas Artes, para estudiar teatro.

Vida profesional

Entre los años 1928 y 1932, Villaurrutia mostró un interés especial en la renovación de la dramaturgia nacional.

En colaboración con Novo, fundó las revistas Ulises (1927) y Contemporáneo (1928), que difundió las ideas de intelectuales como Carlos Pellicer, José Gorostiza, Jaime Torres Bodet, Jorge Cuesta y Gilberto Owen, conocidos como “Los Contemporáneos”. Este grupo marcó un parteaguas y sentó las bases de la literatura mexicana, a través de una poesía experimental e interiorizada, destacando Villaurrutia como el crítico de arte y literatura más original.

Durante ese tiempo, Xavier creó junto a Novo y Antonieta Rivas Mercado, el Teatro Ulises, que se distinguió por su oferta escénica vanguardista y experimental. Constó de cuatro programas y seis obras todas extranjeras, de enero a julio de 1928. Sus miembros fueron Gilberto Owen, Julio Jiménez Rueda, Roberto Montenegro, Manuel Rodríguez Lozano, Julio Castellanos, Bernardo Ortiz de Montellano, Isabela Corona, Clementina Otero y Celestino Gorostiza.

Cuatro años después, Villaurrutia en compañía de los mismos miembros del Teatro Ulises, fundó el Teatro Orientación que tuvo una gran influencia en el desarrollo del teatro vanguardista mexicano, y existió hasta 1938.

También escribió Ocho poetas (1923), Reflejos (1926), Dama de Corazones (1928) y el poema Nocturnos.

En 1935 fue becado por la Fundación Rockefeller para estudiar teatro en la Universidad de Yale, acompañado por Rodolfo Usigli.

Crítica literaria

En sus primeros trabajos realizó críticas sobre literatura, pintura y cine en diversos periódicos y revistas de la Ciudad de México.

Fue así que Villaurrutia colaboró en diversas revistas como Letras de México (1937-1977), Nuestro México, Romance, La Falange, Antena, Revista de Revistas, El Universal Ilustrado, El Espectador, el seminario Hoy, y en el suplemento “México en la Cultura” del diario Novedades.

Así como en Barandal (1931) revista creada por Rafael López Malo, Arnulfo Martínez Lavalle, Salvador Toscano y Octavio Paz, cuando el grupo estudiaba en la preparatoria. Asimismo, impulsó junto a José Bergamín, El Hijo Pródigo (1943-1946).

Villaurrutia se convirtió en un importante crítico de la época, al publicar en los periódicos y revistas más importantes de Guadalajara, Michoacán y la Ciudad de México, hasta publicaciones de carácter internacional de Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Chile, Perú y Francia.

Presencia en el cine

Xavier escribió junto con Fernando de Fuentes, el guión de la película Vámonos con Pancho Villa (1935). Más tarde coescribió los guiones de las cintas, Cinco fueron escogidos, La mujer de todos. También es autor de los guiones El espectro de la novia, La mujer sin cabeza, Distinto amanecer (1943), La mujer legítima.

Docencia

Fue profesor de literatura en la Universidad Nacional de México, uno de sus alumnos destacados fue el pintos Octavio Paz. Con el paso del tiempo fue jefe de la sección teatral del Departamento de Bellas Artes, hoy Coordinación Nacional de Teatro.

Legado literario

Xavier Villaurrutia tradujo al español la obra de André Gidé, William Blake, Anton Chéjov, Jules Romains y Lenormand.

También incursionó en el ensayo, llegando a escribir Textos y pre-textos en 1949. Incluso escribió una ópera de un acto junto con Agustín Lazo, La mulata de Córdoba que contó con música de José Pablo Moncayo, y se estrenó en el Palacio de las Bellas Artes en 1948.

Xavier Villaurrutia puso fin a su vida por propia mano el 25 de diciembre de 1955, sin poder ver en escena, Tragedia de las equivocaciones, que fue estrenada después de su muerte. Recibió un homenaje en el Palacio de Bellas Artes y fue enterrado en el Panteón del Tepeyac, donde se leyó su poema, Décima muerte.

Cuatro años después de su deceso, se instauró en su honor el Premio Xavier Villaurrutia de escritores para escritores que conceden la Sociedad Alfonsina Internacional (SAI) y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes de México, que fue inaugurado por Juan Rulfo.

El premio ha sido otorgado a destacados escritores mexicanos, entre los que se encuentran: Octavio Paz, Carlos Fuentes, Elena Garro, Juan José Arreola, Jaime Sabines, Sergio Pitol, Augusto Monterroso, Inés Arredondo, Juan Villoro, por mencionar algunos.

En 2009, el INBAL adquirió el Fondo Xavier Villaurrutia que reúne manuscritos originales, mecanográficos, libretos, cuadernos de notas, dibujos, fotografías, objetos y una máscara mortuoria del poeta, el cual está disponible para consulta.

Importancia de su obra

Xavier Villaurrutia fue uno de los intelectuales más lúcidos de la primera mitad del siglo XX, aunque incursionó en diversos géneros literarios, su obra no fue abundante, consta de sólo 26 textos.

“El eterno poeta nocturno”, desde sus inicios, estuvo influenciado por los escritores Paul Valéry, Jules Supervielle y Jean Cocteau, por lo que, a menudo su obra habla de temas como la muerte, la soledad, el insomnio, la noche y la rosa. Además de poseer un lenguaje claro, preciso, de buen gusto, pero con rigor expresivo y formal, y sobre todo, cargada de una oscura expresividad.

Una de sus principales aportaciones consiste en haber realizado una antología poética del zacatecano, Ramón López Velarde, en la que rebate los juicios anteriores y propone nuevas formas de interpretación de la obra velardiana.

Trayectoria literaria

Dramaturgia