La propuesta escénica escrita por Hiram Molina y dirigida por Anabel Domínguez ofrece una historia basada en la soledad y las emociones no expresadas en los niños como consecuencia del abandono que los padres ejercen en contra ellos con acciones cotidianas desde muy temprana edad, ofreciendo funciones del 9 al 31 de octubre en el Teatro Sergio Magaña.
16 bits es presentada por la compañía Haruki Teatro y busca exponer sobre la mesa diferentes problemáticas que como sociedad contemporánea vivimos todos los días, como: la vulnerabilidad que representa ser niño en la actualidad, la ausencia de los padres, las repercusiones de ésta situación en la construcción familiar y la absorbente presencia de las tecnologías de la comunicación en la vida.
La historia es protagonizada por Thea, una niña de once años que perdió la capacidad para comunicarse con el mundo, sus días transcurren inmóvil frente al televisor y conectada a una vieja consola de videojuegos de 16 bits, único recuerdo que tiene de su padre que era programador de dichos aparatos. Lucy, su mamá, se ve sola ante el reto de traerla de vuelta a la realidad y así rescatarla del mundo virtual que ha desarrollado, integrado por avatares que también inventó.
Al respecto, Hiram Molina declara: “Fue un trabajo pensado por alrededor de 10 años, reflexionando sobre la soledad que viven los niños desde siempre y la incapacidad de los adultos para comprender sus dudas, miedos e inquietudes”.
Y agrega: “Yo siempre he sido gamer, pertenecí a la generación del boom de los videojuegos en los años 70 y 80, cuando se convirtieron en un fenómeno global. Viví la indiferencia que expongo en la obra a esa edad, misma que era suplantada a través de una videoconsola. Entonces, yo me la pasaba horas, días perdido en ese universo, en este sentido yo creaba mi propio mundo también”.
El autor expresa la importancia de tener mayor conciencia como adultos, sobre el uso desmedido de estos juegos en los menores, suplantados en mayor medida por tecnologías más recientes, donde las redes sociales encabezan la lista, olvidándonos de la cantidad de peligros y vicios que un niño puede enfrentar si no se practica un manejo regulado y acompañado por los padres.
“No se trata de satanizar estos divertimentos, yo continúo disfrutando de ellos en compañía de mi hija, pero desgraciadamente hemos trasladado nuestras vidas a un formato virtual por necesidad, como lo vivimos en la pandemia. Sin embargo, es de vital importancia hacer un uso inteligente y sobre todo acompañado en edades tempranas, pues resulta muy cómodo renunciar a esa responsabilidad y dejar esa guía a los empresarios, dueños de estos formatos, cuyo único interés es generar recursos económicos y expandir su mercado con los peligros que esto representa”, concluye.
16 bits ofrece temporada hasta el 31 de octubre, los sábados y domingos en el Teatro Sergio Magaña, ubicado en Sor Juana Inés de la Cruz 114, para conocer horarios y precios, aquí.
Por Ulises Sánchez, Fotos: Marco D´lara
