Por Óscar Ramírez Maldonado/ Sola en la oscuridad llega a escena en la Ciudad de México. Se trata de la segunda vez que Morris Gilbert produce esta obra escrita por Frederick Knott, la cual fue un éxito en Broadway y posteriormente, en 1967, llegó a la pantalla grande interpretada por Audrey Hepburn. En 1988 el productor llevó al Centro Cultural San Ángel (hoy el Teatro Ignacio López Tarso) la obra, con un elenco encabezado por Alma Muriel y Carlos Bracho, bajo la dirección de Rafael López Miarnau.
En esta ocasión, Mejor Teatro lleva al Teatro México del Centro Cultural Manolo Fábregas este thriller, ahora con un elenco encabezado por Itatí Cantoral y dirigido por Enrique Singer. Se trata de una historia policíaca en la que sabemos desde un principio quiénes son los malos, lo que no sabemos es cómo se ha de solucionar la trama.
Susy Hendrix, interpretada por Itatí Cantoral, es ciega y depende de sus otros sentidos para enfrentarse a tres criminales que están en busca de algo y tratan de aprovechar su condición para obtenerlo. Cantoral hace un despliegue estupendo sobre el escenario, el arco de su personaje está muy bien trabajado. Nos lleva a ese pequeño espacio cerrado en el que ella se mueve guiada por su oído, el tacto y el sentido espacial. Susy no es tan indefensa como lo pensamos, como lo piensa el violento Sr. Roat (alternan Luis Gatica y Marco de la O) y Mike Talman (Lenny Zundel) y el sargento Carlino (Marcial Casale), una pareja de estafadores que se ven involucrados en la trama.
El suspenso está bien construido, tiene un excelente contrapeso y válvula de escape en el personaje de Gloria, la vecina de la protagonista, que durante el desarrollo de la trama va cambiando e introduce puntos de descanso en la tensión. En este personaje alternan María Perroni Garza y Nina Rubín Legarreta, ambas toda una revelación en un papel que tiene un peso fundamental en la historia y que requiere ciertos tintes de comedia para aligerar el flujo de la historia y de actuaciones precisas en los momentos dramáticos.
La química entre Sam Hendrix (Sergio Bonilla) y Susy es evidente en el escenario, las interacciones entre ambos actores (Itatí y Sergio) son muy disfrutables. Lamentablemente para los espectadores, debido a las características del texto, el personaje de Sam no lo podemos disfrutar mucho tiempo sobre el escenario.
Sola en la oscuridad se trata de una ambiciosa apuesta de Mejor Teatro, con un equipo creativo de primera línea encabezado por Enrique Singer. Adrián Martínez Frausto nos regala un escenario cerrado, en el que se desarrolla toda la acción, generando esa sensación claustrofóbica que requiera la obra, apoyado por un trabajo muy pensado de iluminación, creado por Víctor Zapatero. El vestuario creado por Estela Fagoaga, como siempre es garantía; con precisión nos transporta a otra época, apuntalado por un impecable trabajo en el diseño de imagen realizado por Cynthia Muñoz. La creación del diseño sonoro aporta al montaje y es un trabajo de Miguel Jiménez. Todos ellos coordinados y apoyados por Francisco Escárcega en la producción ejecutiva.
En esta temporada de cierre de año, este montaje apuesta por convertirse en uno de los favoritos en la cartelera de la Ciudad. Es también uno de los primeros montajes totalmente renovados que llegan a los escenarios después de la larga espera que significó la emergencia sanitaria que durante dos años hemos vivido.
La obra se presenta en el Teatro México, de viernes a domingo, y tendrá funciones especiales por temporada de fin de año. Consulta horarios, precios y descuentos, aquí.
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