Por Óscar Ramírez Maldonado, Fotos: Cortesía AjíMaíz / El zopilote sin plumas es un proyecto de teatro multimedia creado por la compañía AjíMaíz durante la pandemia. Los sábados 24 y 31 de julio, a las 12:30 horas, se presentará dentro de la cartelera virtual del Teatro La Capilla.

La obra, dirigida al público infantil, nos cuenta la historia de Nando, un biólogo que está en busca de una nueva especie. A través de esta búsqueda encontrará que esta nueva especie está dentro de él mismo, en su nahual interior: el zopilote.

Fernando Gutiérrez Rincón, autor del montaje  junto con Araceli Flores, nos dice que se trabajó a partir del silencio y es “una exploración sobre el teatro físico”. Además, esta propuesta, nos platican sus autores, tiene una relación con la música, la cual está basada en ritmos y algunos instrumentos prehispánicos.

El trabajo que realiza AjíMaíz se basa en la multiplicidad de disciplinas, de lenguajes y discursos. El montaje busca conectar con los referentes que tienen las niñas y los niños. En este sentido, Araceli Flores nos cuenta que se enfocaron en cómo los más pequeños van “aprendiendo, re-aprendiendo, jugando e imaginando”.

El zopilote sin plumas integra referentes cosmogónicos y de cómo se explica lo inexplicable. A través de elementos como son animales de poder, transformaciones de los chamanes y la riqueza cultural, se busca generar una reflexión sobre la diversidad. En este sentido, explica Gutiérrez Rincón, ante la homogenización de discursos y referentes que enfrenta la fantasía, se plantea que “hay otras maneras de imaginar, y hay otras maneras de ser”. Se trata de, agrega, de dar una oportunidad a lo diverso, “no solamente para conocerlo, sino también para ser”.

La importancia de reconocer nuestras raíces

La importancia de acercar estos temas a las infancias está en que los niños y las niñas reconozcan el legado histórico que tenemos en nuestras raíces ancestrales, señala la compañía AjíMaíz. “En la medida que niños y niñas reconozcan que hay esa diversidad también van a tener más libertad. Libertad de pensamiento, libertad de creación, libertad de construirse y reconstruirse a sí mismos”, señala Araceli Flores

Sobre este punto, agrega, Fernando Gutiérrez, el vincularse con otras cosas, con el otro y sus referentes, lleva a la reflexión sobre la identidad propia y la flexibilidad. Esta flexibilidad cognitiva, señala, permite adaptarnos a una realidad en la que “la situación del cambio puede ser ahora cada vez más vertiginosa”.

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