ROSA DE DOS AROMAS: Gozoso round entre una luchadora técnica y una ruda

 Por Alegría Martínez/ A 35 años de su estreno, Rosa de dos aromas, de Emilio Carballido, provoca carcajadas, reflexión y empatía en el público que acude a ver la puesta en escena protagonizada por Sylvia Pasquel y Rocío Banquels. Una peluquera y una traductora, únicos personajes de la obra, comienzan a tomar decisiones propias mucho después de la decepción y la sorpresa, al conocerse en la sala de espera de un centro de reclusión.

“Ése hombre no se toca”, es la canción que se escucha en voz de la Banquels antes de la primera llamada. La composición de José Ramón García Flórez y Marella Cayre, que fuera un éxito en los años 90’, presagia el sentido del humor de esta obra que en 1986 protagonizaran Gina Morett y Ana Bertha Espín, bajo la dirección de Mercedes de la Cruz.

La obra del reconocido dramaturgo, maestro y guionista veracruzano, que ha cumplido largas temporadas en distintas oportunidades, -como cuando se escenificó en 2016, bajo la dirección de José Solé (Ciudad de México 1929-2017), con la actuación de Cynthia Klitbo y Raquel Garza-, muestra su vigencia en esta nueva temporada, también producida por Rubén Lara, hoy dentro de un contexto en que se amplía la lucha feminista y se diversifica la tecnología.

Los dos personajes femeninos de Rosa de dos aromas, se conocen por casualidad y descubren que comparten su vida con un hombre a quien una de ellas llama cariñosamente Maco y la otra Tony.

Emilio Carballido, -cuyas obras fueron traducidas a 18 idiomas y representadas exitosamente en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica-, plantea el conflicto desde la primera escena de manera sorpresiva y veraz. Su texto avanza eficazmente y con humor en la progresión de las acciones, en la crítica al machismo y a la co-dependencia de las parejas tradicionales, así como a la infidelidad, la corrupción y la forma en que algunas mujeres se olvidan de sí y acomodan su existencia a una vida en pareja con escasas satisfacciones.

Muy bien perfiladas desde el libreto por su autor, la estilista que interpreta Sylvia Pasquel es divertida, entrona, con sentido común y buena alumna de la escuela de la vida. Rocío Banquels, por su parte, en el papel de la traductora, se encuentra con un personaje poseedor de un buen nivel educativo, que es reservada, le gusta del ron, y como su recién conocida, trabaja para salir adelante con los gastos propios y los de sus hijos.

Los temas en que ambos personajes coinciden, son más que aquellos que los separan. El sentido común y la inteligencia abren camino ante la situación que ambas enfrentan con la autoestima resquebrajada frente a los cuestionamientos de su vida, la conducta de su pareja, y respecto a la forma en que han embonado dócilmente en una maquinaria social que las somete.

En este fértil terreno dramático Sylvia Pasquel y Rocío Banquels, actúan con la soltura, la confianza y la experiencia que han adquirido a lo largo de su carrera y conducen a sus personajes rumbo a la rauda y divertida búsqueda de soluciones que se modifican a medida en que descubren su fortaleza.

El director Hugo Arrevillaga, quien ha dirigido con brillantez tragedias como Enrique IV, de Shakespeare, así como la tetralogía conformada por Incendios, Litotral, Bosques y Cielos, de Wajdi Mouawad, resuelve de manera orgánica y entrañable la comedia de Carballido, de forma que cada situación planteada por el autor suceda real y eficazmente sobre el escenario.

Los aplausos surgen espontáneos al final de cada uno de los cuadros que culminan con la salida de Gaby o de Marlene, según se llaman los personajes, como si se tratara de un round más en el que participaran una luchadora ruda y una técnica que se preparan cada vez con mejor ánimo para el siguiente encuentro.

Sobre el escenario, delimitado por líneas de luces neón que cambian de blanco a azul, naranja y rojo, donde algunos bancos y unas mesitas servirán para aludir a la casa de cada una, el salón de té, la estética o la antesala de la cárcel, las actrices protagonizan, entre desencuentros, planeación y convivencia, una divertida escena plagada de insultos que el público festeja de principio a fin, entre el asombro de la variedad creciente de palabras, su significado, la carga y sonoridad que éstas cobran desde las tablas y el regocijo que conlleva la liberación de los personajes con ánimo de renovación y venganza.

Sylvia Pasquel y Rocío Banquels disfrutan estar en escena y dar vida a dos mujeres que despiertan a una realidad ingrata a la que le encuentran una solución que transforma su vida, lo que hace al público salir del teatro satisfecho y con una gran sonrisa.

Rosa de dos aromas se presenta en el Teatro 11 de Julio, consulta horarios, precios y descuentos, aquí.