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JULIETA TIENE LA CULPA: Una noche de teatro que se queda en la memoria



Por Roberto Sosa/  Tropiezo, desliz…pecado por amar al hombre equivocado. Esa noche con teatro lleno se estrena Romeo y Julieta de William Shakespeare. En el lobby están Nora, Blanca y Nina, no lograron entrar, afuera llueve. No se conocen, extrañas entre sí conversan, sus vidas son diametralmente distintas, con personalidades diferentes no comparten nada en común, no hay empatía.

Blanca carga con una maleta de la cual saca una botella de whisky, la bebida desinhibe la conversación; alegres y habladoras cada una muestra su verdadero rostro. Nora se cree feliz en su matrimonio, esta noche sabrá que para su marido no es más que una muñeca, un adorno. Cruza la puerta, intenta encontrarse consigo misma, bajo la lluvia reflexiona sobre su vida.

Nina está inquieta, por una ventana ve el escenario, daría todo por estar allí, estudia actuación se sabe de memoria el papel de Julieta. Nina es joven e inexperta está enamorada de un hombre mayor, quizá esté embarazada. Su existencia trascurre llena de desilusiones. En su maleta Blanca carga con su vida, viene de una familia de clase acomodada, sus pretensiones de virtud y educación ocultan su alcoholismo.

Esa noche el lobby de un teatro se convierte en un escenario, tres grandes íconos del teatro universal toman el cuerpo de tres mujeres: Blanche personaje de Un tranvía llamado deseo, obra de Tennessee Williams; Nora protagonista en Casa de muñecas, de Henrik Ibseen; y Nina la jovencita ingenua de La gaviota de Antón Chéjov. La parábola tiene sentido, el teatro es ficción y allí cabe todo.

La autoría y dirección son de Bárbara Colio, un texto bien trabajado, fusiona magistralmente el drama y la comedia. Los personajes tienen las características de los otros del teatro universal. La autora construye en cada una la índole de las originales. Detrás de ellas se vislumbran las particularidades de las otras. Sin duda es una de las mejores obras de Colio, como dramaturga muestra su talento.

La dirección es impecable, tiene ritmo y movimiento, un acierto la forma de articular la narrativa. La obra refleja el trabajo en conjunto que Bárbara encabeza de forma acertada; el relato fluye y aprisiona la atención del espectador. Su trabajo como directora está en el mismo nivel como autora; equilibra el trabajo de todo el equipo, sin duda es una obra bien lograda.

Las actuaciones son de Verónica Merchant (Blanca), Carmen Mastache (Nora) y Sofía Sylwin (Nina) los personajes habitan en ellas, y cada una lo muestra, lo deja ver de forma espléndida. Su trabajo es nivelado, crean y matizan, su talento es innegable. Las tres están correctas. Se dice que los personajes escogen al actor, acá no es así, las actrices son los personajes que les acceden actuar dentro de una ficción que solo el teatro se permite.

La obra representa fielmente la naturaleza del quehacer teatral. El escenario es otro escenario donde las protagonistas se representan a sí mismas. Dentro del recinto se desarrolla una función, en la entrada otra. La que está dentro la imaginamos, en el lobby se da otra que podemos apreciar en su total magnitud. Quizá entre los espectadores estén sentados Shakespeare, Chéjov, Ibsen o Tennessee Williams.

Julieta tiene la culpa ofrece al espectador una puesta en escena redonda: texto, producción, dirección y actuaciones. Es teatro hablando de teatro, el metateatro donde en la contemporaneidad convergen grandes dramaturgos universales con sus obras más distintivas. Una noche de teatro que se quedará en su memoria.

El diseño de escenografía y vestuario es de Mario Marín del Río, el diseño sonoro y música original están a cargo de Rodrigo Castillo, la iluminación es de Xóchitl González.

Las funciones son en el Teatro Helénico de lunes a miércoles hasta el 24 de noviembre, consulta horarios, precios y descuentos, aquí.

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Un comentario sobre “JULIETA TIENE LA CULPA: Una noche de teatro que se queda en la memoria

  1. Mi nieta me mando un mensaje de wup diciendome que la obra esta magnifica y que noto despues de 30 minutos que su piel se puso chinita chinita. Los felicito y deseo muy sinceramente continuen formando a nuestra juventud con muestras como “Julieta tiene la culpa” mi felicitacion

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