“Don Juan” es un personaje emblemático de la literatura española, fue desde su aparición en el primer tercio del siglo XVII, entre 1612 y 1630 en El burlador de Sevilla y convidado de piedra, que algunos especialistas atribuyen a Tirso de Molina y otros a Adrés de Claramonte, generando gran impacto en la literatura de toda Europa.

En 1844 José  Zorrilla recurre al personaje para cambiar su final y crear Don Juan Tenorio, personaje inserto en el imaginario colectivo, sobre todo en una sociedad como la mexicana, y es que es a través del juego que se genera entre lo sacro con lo profano y la muerte con la vida que este singular personaje se adhiere a la cultura nacional para enraizar su visión de la vida en más de un espectador.

Surgimiento

Incontables son las hipótesis sobre el nacimiento de esta figura, existe la teoría de que fue inspirado en personajes de la época como Miguel de Mañara, pecador arrepentido, en proceso de beatificación desde el siglo XIX, otra posible inspiración es un personaje llamado Cristóbal Tenorio, el cual se dice que tuvo amoríos con la hija de Lope de Vega, con quien se batió en duelo hiriendo al dramaturgo.

La realidad es que este emblemático personaje, libertino, seductor y valiente hasta la inconsciencia, que no se detiene ante las leyes de Dios ni las del hombre, encontró su nicho en nuestro país para arraigarse de manera colectiva en la visión que como mexicanos concebimos de un Don Juan, el hombre con gran virtuosidad a la hora de amar, imposible de dominar.

Mediante un texto que reúne elementos intrínsecos en los mexicanos como la veneración a la muerte, presente desde épocas prehispánicas y que por el contrario en España, durante el virreinato fueron generadas formas de expresión propias a través del sincretismo cultural que comenzaba a emerger.

Don Juan, arquetipo inserto en el ADN del mexicano

Muestra del impacto alcanzado en nuestro país, son los más de 175 años de presentaciones ininterrumpidas de esta puesta teatral, donde el protagonista libertino y seductor, que es movido por el amor, se adhiere al ADN de los mexicanos con naturalidad debido a la visión que plantea sobre el amor, el deseo y las pasiones, por lo general en compromisos de corta duración.

De acuerdo con el director Francisco Hernández Ramos, a cargo de Fénix Novohispano, compañía de teatro clásico, Don Juan Tenorio fue estrenado en el Teatro Nacional en 1844, mismo año en que fue publicada, el intérprete de este estreno fue Antonio de Castro, un famoso actor de la época, cuyos restos descansan hoy en el Panteón de San Fernando.

Además, señala que gracias a varios estudios de este montaje, se ha logrado establecer que, en el año de 1861, el Teatro Iturbide, mismo que se ubicaba en la calle de Donceles, donde hoy se encuentra la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, fue el primer teatro de la capital que establece como una tradición la representación de la obra en esta temporada.

Gracias a la popularidad de la puesta en escena el emperador Maximiliano invitó a José Zorrilla a formar la primera compañía teatral del imperio y montó su Tenorio en Palacio Nacional el 5 de noviembre de 1866 para celebrar el santo de la emperatriz Carlota. Marcando así el arraigo del Tenorio en la tradición teatral de México.

Aparición en el cine

Esta obra se popularizó a tal grado que, durante los últimos cinco años del siglo XX, cuando llega el cinematógrafo a nuestro país, algunas de las primeras vistas filmadas aquí fueron escenas de esta emblemática obra.

Es en 1899 que Salvador Toscano filmó la primera película de Don Juan Tenorio. Por su parte, Aurelio de los Reyes, en su libro Los orígenes del cine en México nos dice que “El gusto de la gente se inclinaba a lo ligero, a lo que no hacía sufrir, y los camarógrafos, ante esta demanda, retrataron los espectáculos del género chico: Las tentaciones de San Antonio, Don Juan Tenorio, Bailables de Rosita Tejada, La soler, etcétera”.

El clásico de José Zorrilla constituye una pieza clave para la tradición teatral en nuestro país, muchas son las versiones y diversos los formatos en los que ha sido presentada al público, convirtiéndose en un clásico de estas fechas que como habitante de esta gran ciudad, debes conocer.

Por Ulises Sánchez, Fotos: Cortesía de Instituto Cultural Helénico

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