Por Arantxa Castillo, Fotos: Cortesía/ El 2020 será recordado como el año en que la pandemia nos obligó a parar, a nivel humanidad nos enfrentamos a lo desconocido. Un virus sumamente contagioso se apoderó de los espacios y el gremio teatral, no fue la excepción, y como cualquier otra industria, tuvo que reinventarse.
A pocos días de finalizar el año platicamos con Boris Schoemann, director de Teatro La Capilla y de la compañía Los Endebles, la directora teatral Lorena Maza y la actriz Verónica Langer, para conocer el balance y aprendizajes que les deja este año.
Entre los sinsabores de aceptar la crisis que seguirá enfrentando la industria del teatro, Boris, quien llevó la cartelera de Teatro La Capilla a Zoom, confesó que este año también ha traído sus aspectos positivos, como el de renovarse y seguir explotando la creatividad para hacer las cosas diferentes.
“Nada está seguro en este mundo y tienes que ver cómo sigues adelante de esta adversidad”, Boris Shoemann
“Siento una gran angustia porque termina el año, pero no la pandemia, creo que el 2021 a nivel artístico y teatral será extremadamente difícil, sobre todo, en el lado financiero; en el humano, creo que siempre encontraremos la manera de seguir haciendo teatro, Hha sido extremadamente difícil pasar por ahí”.
“También ha sido un experimento de probar nuevas maneras de hacer teatro y hacerlo detrás de la pantalla, no digo que es la panacea, pero al menos me he divertido adaptando mis obras, dando talleres de actuación y de dirección”.
“Creo que si lo tomas desde el aspecto de que necesitas renovarte, salir de tu zona de confort, usar tecnologías que antes decías que aborrecías, que nunca usarías, pues te tragas tu orgullo y sigues avanzando trabajando, esa sería la mayor enseñanza, que todas mis creencias arraigadas, a través de tanta práctica se han destrozado muy rápidamente, porque nada está seguro en este mundo y tienes que ver cómo sigues adelante de esta adversidad”.
Para Lorena Maza, quien lleva tiempo deseando hacer cine, este año tuvo un guiño cinematográfico al llevar El Paraíso de la invención a Teatrix, por lo cual se siente muy afortunada de seguir creciendo pese las contrariedades que ha traído la pandemia, pues asegura que el 2020 le permitió replantearse todo lo aprendido.
“Esto me obligó a repensar todo lo que conozco y sé, para poder enseñar”, Lorena Maza
“Cierro el año muy distinto a como empezó, porque pude seguir trabajando, di clases en línea de dirección y actuación, me encanta hacerlo y me di cuenta que es un modo fantástico de continuar enseñando, me dediqué a sintetizar todos mis conocimientos, a escribir para cine”.
“Esto me obligó a repensar todo lo que conozco y sé para poder enseñar. Descubrí que no había tenido tiempo de estudiar, cine, guion y documental en mi caso. Por último me permitió hacer El paraíso de la invención, no solo porque le traigo unas ganas al lenguaje cinematográfico, sino que pude hacerlo con una pieza teatral”.
“Fue muy retador y duro económicamente porque fueron muchos meses de ver cómo se caen los proyectos, fue difícil, pero lo cierro esperanzada y agradecida son las dos emociones con las cuáles concluyo el año”.
Por último, la actriz Verónica Langer relató que este año le permitió continuar explorando su faceta como creadora, que la ha llevado a escribir una novela inspirada en su vida, su infancia y familia, lo cual ha sido posible gracias al tiempo en casa por la pandemia.
“La pandemia nos ha hecho más solidarios después de todo”, Verónica Langer
“Ha dejado muchos aprendizajes, pero ya que se acabe por favor, ha sido muy duro, han pasado muchas cosas muy feas, por otro lado no he parado, lo he aprovechado para trabajar, con miedo y mucho cuidado no he dejado de trabajar”.
“He estado más tiempo en casa, estoy escribiendo una novela, tocando el piano, experimentando con estos nuevos formatos, tratando de seguir cerca de la gente e incluso han surgido nuevos vínculos”.
“Participé en varios proyectos, pienso que la pandemia nos ha hecho más solidarios después de todo”.
Sin duda el 2021 traerá consigo importantes desafíos para los creadores escénicos, quienes continuarán explorando las nuevas tecnologías para seguir contando historias, aunque sea a la distancia.
