Por Itaí Cruz, Fotos:Cortesía/ Existen diversas obras que han marcado toda una era y que han trascendido a la historia. Grandes autores como Shakespeare o Calderón de la Barca, nos heredaron textos que retratan a la perfección la condición humana.

Si no eres fanático del streaming y te gusta la lectura, te traemos una selección de las obras clásicas que todo amante del teatro debe conocer, muchas de ellas se encuentran entre las obras más representadas del mundo.

“Ojos, mirad por última vez. Brazos, dad vuestro último abrazo. Y labios, que sois puertas del aliento, sellad con un último beso”.

Romeo y Julieta. Si bien es cierto que el tema del amor imposible no era nuevo entre los autores de la época, fue Shakespeare quien al darle un enfoque y estilo inmortalizaron la historia de amor prohibido entre dos jóvenes, debido a la rivalidad y odio entre sus familias: los Capuleto y los Montesco. A pesar de ello, los amantes retan al destino que termina con la trágica muerte de ambos.

“¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño: que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”.

La vida es sueño. En ella, Calderón de la Barca nos habla de la dualidad entre la realidad y la ilusión del sueño. Así como de la libertad del hombre para escoger su destino, tema que, sin duda, puso de cabeza a los filósofos de su tiempo. A través de monólogos y diálogos entres los personajes, vamos reflexionando sobre las decisiones y las vicisitudes de la vida.

“Rechazo la excesiva complacencia de un corazón que no hace del mérito ninguna diferencia; quiero que se me distinga, y hablándoos con franqueza, ser amigo del género humano no me cuadra en absoluto…”

El misántropo. Esta “comedia para gente honesta”, como la definió el propio Molière, nos muestra una historia permeada por las apariencias, la hipocresía, los chismes y la diversión. Situada en la víspera de año nuevo, nos presenta a un hombre obsesionado con la verdad, carga con el sino de amar a una mujer que representa todo lo que él condena.

“Cuando el corazón está embargado de pasión, están cerrados los oídos al consejo, y en tal tiempo las palabras sensatas, en lugar de amansar, acrecientan la saña”.

La Celestina. Es conocido que el propio Fernando de Rojas declaró que la compuso a partir del primer acto que ya encontró escrito. Sin embargo, hoy en día, se reconoce que el texto es el resultado de dos autores. La historia narra el trágico amor entre Calisto y Melibea, perturbado por las siniestras tramas de la Celestina, que termina con la muerte y suicidio de los amantes.

“Yo soy vuestro matador como al mundo es bien notorio; si en vuestro alcázar mortuorio me aprestáis venganza fiera daos prisa: aquí os espera otra vez Don Juan Tenorio”.

Don Juan Tenorio. Basado en el mito de Don Juan, del reconocido Tirso de Molina, esta versión de José Zorrilla, retrata los enredos amorosos de este “don juan”, que logra el perdón divino y se salva del infierno gracias al amor que profesa por Doña Inés. Su fama ha sido tal, que suele representarse la primera noche del mes de noviembre.

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