Fotos: Roberto Sosa
Por Roberto Sosa/Afecto por la explosión; el combustible derramado provoca el fuego que todo consume. Victoria y Daniel desean tener un hijo varón; el termómetro indica que la temperatura de ella es la ideal, es el momento adecuado para concebir. Un óvulo espera al espermatozoide que lo habrá de fecundar. Están a punto de coger cuando el timbre los interrumpe, se trata de un paquete que llega por mensajería, es para Victoria.
La caja contiene una bolsa que ella olvidó dieciocho años atrás en la ciudad de Nueva York, la envía el FBI. Como si se tratará de una cápsula de tiempo, el bolso contiene prendas y cosas personales que revelan un pasado que Victoria mantenía oculto a los ojos de su hoy esposo. Lo ocurrido años atrás regresa al presente para dar un giro total a su relación. Para Daniel, Victoria es ahora una desconocida.
Desde la comedia, la obra del autor Gustavo Ott (Caracas, 1963) plantea de forma sagaz sucesos que el presente trae del pasado. El juego que la dramaturgia propone atrapa al espectador; al personaje femenino lo transita a través del tiempo, el pretérito se transforma en actual y vigente. Al masculino lo sitúa en el hoy tratando de entender el ayer. En esta dinámica se abordan temas como la religión y xenofobia. Sin duda se trata de un texto inteligente y bien escrito.
La dirección es de Jesús Delgado (“Emigrantes”, “Hamlet en Caracas”), con acierto respeta la personalidad de la obra; maneja bien el tono, le da ritmo y sustenta el discurso escénico. Bajo su conducción y con un toque de erotismo, el texto fluye, no hay altibajos. Acertadamente adapta la obra a las condiciones del escenario. En términos generales es un trabajo bien logrado.
Las actuaciones son de Diana Carranza y Juan Espadas. Ambos han trabajado en cine, teatro y televisión. Su preparación como actores es distinta, ella es egresada de Argos Casa Azul (datos del boletín de prensa); él estudió actuación en el Centro de Educación Artística de Televisa, que los educa para la televisión. Esto se percibe en su desempeño; ella construye y da vida a su personaje con idoneidad y habilidad, su actuación es natural, real. Él no, por momentos se ve forzado, no agarra bien a su personaje.
Tu ternura Molotov es una bomba cuya explosión derrama combustible e incinera su alrededor; detona sucesos que sujetan al espectador para que desde la comedia lo zarandee de su asiento. Objetos voladores en el cielo, Dios, la religión, intentar procrear un hijo varón, terroristas y paquetes que llegan del pasado, son elementos que se mezclan dentro de una licuadora (escenario) y producen un batido cuyo sabor deleita el paladar del público. Es teatro de autor con las convenciones que lo establecen.
Escenografía, Miguel Moreno Mati; iluminación, Erick George. Las funciones son en Un Teatro, hasta el 15 de diciembre, consulta precios y horarios, aquí.
