Fotos: Cortesía Producción
Por Saúl Campos/Dentro de la vida de Diana hay un enigma muy grande ¿Porqué no conoce a la familia de su padre? Esa familia que se quedó en España, sus abuelos, sus tíos, sus primos, simplemente esa ventana fue cerrada para ella por alguien más. Su padre, un pintor que ha ilustrado innumerablemente diversos muelles de la tierra que años atrás abandonó y decidió que allá nadie sabría de su familia, a pesar de que su hija existía, comenzaría de cero. Ahora Diana se ha comprado un ticket hacia Madrid, para tratar de tener una respuesta, tratar de ver si tiene cabida en un mundo al que no pertenece.
El teatro sana, ayuda a explorar heridas, incluso aquellas que nos adjudicamos sin que sean necesariamente nuestras, esto es lo que sucede en este proyecto de la actriz Diana Sedano, Tornaviaje, es el ejemplo de una búsqueda por algo que realmente nunca fue nuestro, pero que existe bajo la tilde de lo prohibido, y por lo tanto buscamos adentrarnos en ello por inercia.
Lo que Sedano propone, sin duda, no es algo nuevo, el recurso de hablar de algo que representa un conflicto en la vida del artista a través de un unipersonal, es algo que hemos visto hasta el hartazgo; y, sin embargo, en esta ocasión la mirada con la que se aborda resulta sumamente interesante.
Esta es la historia de alguien tratando de encontrar una respuesta a un problema que no es suyo, una mujer en búsqueda de resolver algo pendiente que no le atañe, pero que se ha empeñado en hacer que esa necesidad de pertenecer a una familia que no la conoce, sea su punto de quiebre. Sedano nos propone habitar la piel de su padre para entender la situación, y es justo yendo al extremo de la exploración, donde termina por descubrir que sencillamente hay cosas que no nos pertenecen.
Desde luego, algo vital para que este montaje encuentre la potencia que tiene, es que habita un espacio con un diseño bastante intrínseco y cuidado a cargo de Sergio López Vigueras. El escenógrafo propone, mediante maderas neutras y un lienzo que proyectan diferentes elementos que ayudarán a la actriz a narrar su historia, situar todo dentro de un caballete, a manera de que la intérprete explore desde dentro de la conciencia de su padre y de su experiencia propia, mientras que la escena nos dejará ver esta construcción cual si fuera una pintura en búsqueda de existir.
La dramaturgia de Sedano es fuerte, con un peso tangible y que sin duda sostiene un reto escénico, logrando conectar mediante la fragilidad con el espectador, llevándolo a lugares comunes sobre la familia y a la vez distantes en el tenor de la circunstancia. Empero, el cierre de esta narrativa, aunque a propósito, se siente abrupta y deja clara la pauta para continuar, sería una gran oportunidad el poder partir esta obra en dos y dejar así que Sedano nos entregue una segunda parte para saciar los pendientes que deja en escena.
Algo muy cierto es que esta experiencia escénica no es apta para todo el público, no es una obra convencional, más bien es un acto de comunión denso, al que se debe atender con una complicidad total al artista para entender lo que está sucediendo.
Tornaviaje, es una gran opción para analizar una búsqueda a través de sus piezas faltantes, y una gran lección para entender el desapego. Es teatro solemne y que provoca. Un gran ejemplo de ese extraño fenómeno llamado “teatro de búsqueda”, en el cual al final si logra encontrar algo y que impacte profundamente.
Las funciones son en el Teatro La Capilla hasta el 15 de octubre, consulta precios y horarios, aquí.
