Por Roberto Sosa/ “Violación correctiva”, así se nombraba y así pretendían “corregir” a las mujeres por su lesbianismo y preferencias sexuales. Sudáfrica aprobó en 2006 el matrimonio entre homosexuales; la violación –la mayoría fueron jóvenes negras- fue una práctica acompañada a menudo con torturas y asesinatos. Según los violadores estos actos se cometían como una reeducación y así poner a sus víctimas en el “camino correcto”.
El texto es de Guillaume Poix, el cual se estructura con flashback, recurso que nos traslada por el tiempo en distintos momentos de la historia: el Campeonato Mundial de Fútbol de la FIFA en 2010 celebrado en Sudáfrica, evento mundial que sirve de marco para el activismo de un grupo de lesbianas; el fútbol que es practicado también por mujeres y el juicio a uno de los violadores. La dramaturgia indaga temas como el racismo y opresión social.
La puesta en escena se presenta con la traducción de Manuel Ulloa Colonia y dirección de escena de Mariana Gándara. El montaje refleja desde el escenario lo acontecido en Sudáfrica y la resonancia que tiene con México. Dos países en las antípodas, no obstante, comparten dolorosas similitudes. Gándara utiliza acertadamente el flashback, recurso con el cual narra y traslada al espectador el drama y dolor de las mujeres que eran “corregidas”.
Las actuaciones son de: Alejandrina Hergon, Valentina Manzini, Vania Rebeca Belmont, Pilar Carre, Mayra Sotelo, Maritza Nevárez, Kira Rodríguez, Emmanuel Pavía / David Zambrano, Sandra Cecilia, Ernesto Rocha, Sebastián Cobos / Carlos Abraham Gongo y Alexis Briseño. Pertenecientes a Colectivo El Llamado Teatro, generación 2016 del Centro Universitario de Teatro (CUT). Talento, compromiso, entrega y rigor los iguala, sin duda, es un magnífico trabajo.
El texto seccionado pondera la dramaturgia; las escenas transitan por distintos escenarios y el tiempo trascurre hacia el pasado sin dejar de ver el presente. Los personajes se abrazan al lenguaje escénico y detonan los acontecimientos. La fantasía forma parte del montaje para mostrar la realidad, utopía y contexto convergen sobre las tablas. Sudáfrica vivió bajo el régimen del Apartheid, violatorio de los derechos humanos y discriminatorio con la población negra. La comunidad internacional la apartó y señaló; hoy la lección nos debe servir a todos.
Straight es teatro documental que nos habla desde la intolerancia, la segregación y la violencia de género. La bandera arcoíris de la nación sudafricana es una analogía con la que enarbola la comunidad LGBTTI. Violar a una persona por sus preferencias sexuales, para “corregirla”, es violentar un principio universal. El mundo está de cabeza, allá y de este lado. Aflige e incomoda saber que esto sucedió en Sudáfrica, y tal parece que nos hablan de Ciudad Juárez, Estado de México, Guanajuato, Veracruz o de todo México, donde violar y matar mujeres es…normal.
Escenografía, Mauricio Arizona; vestuario, Julia Rempe y Malaury Flamand; diseño sonoro, Mateo Schneider; iluminación, Jesús Giles; video, Miriam Romero.
Esta segunda temporada comenzará a partir del 10 de enero de 2020, consulta precios y horarios, aquí.
No dejes de recibir en tu correo, Facebook o Twitter toda la información y los estrenos de las obras de teatro de la Ciudad de México.