Fotos: Francisco Bravo
Por Luis Santillán/De la pluma de Paolo Genovese surge en 2016 Perfetti sconosciuti, fue un fenómeno fílmico que se replicó con rapidez llegando a América con remake´s que adquirieron el título Perfectos desconocidos. En el 2018 Daniel Guzmán tiene la “maravillosa” idea de llevar el texto al teatro y junto con David Serrano hacen las adecuaciones para que sea posible. Ocesa estrena la versión mexicana en el Nuevo Teatro Libanés.
La línea anecdótica es quizá muy conocida, así como las variantes según la nacionalidad de las películas que se hayan visto; en la versión de escena las modificaciones se dan más en la colocación fuera de escena de un personaje (la hija) y la renuncia a la movilidad espacial que da el cine. Si bien la estructura de Genovese es una pieza, en la versión teatral todos los soportes estructurales se intensifican, es decir, los personajes son empáticos, tienen vicios y virtudes que provoca las variaciones rítmicas, pero las acciones y las revelaciones en nada modifican a quienes comparte la velada.
Ocesa, quizá consciente del riesgo, de lo baladí, que podría ser el resultado en escena, pone como soporte del proyecto a dos muy buenas actrices: Ludwika Paleta y Tiaré Scanda.
Ludwika Paleta crea un personaje que puede transitar por diversos estados emotivos sin que se sientan forzadas las reacciones, de manera sutil lo va afectando para que la influencia del vino modifique su corporalidad y pueda llegar al momento de la “confesión”, sin que se sienta únicamente como una necesidad de la estructura del texto; alimenta los momentos cotidianos de tal manera que su trabajo funciona como un compás rítmico.
Mientras que Tiaré Scanda hace que su personaje sea un epicentro para que las situaciones puedan desarrollarse, es interesante el contraste de gesto y voz entre los momentos donde la situación es de un ámbito de familia y aquellos donde la dinámica es con el grupo de amigos; tiene mucha naturalidad en el movimiento escénico y eso ayuda a generar la sensación de que habita el espacio.
Por su parte, Marcela Guirado sorprende por la fluidez emotiva con la cual matiza a su personaje, le da ese toque de ligera incomodidad, de impertinencia y nunca se sienten fabricados.
El resto del elenco desempeña un buen trabajo, tienen muchos momentos agradables a partir de la suma de su hacer. Quizás el mayor logro que consiguen está en la generación de un ambiente donde el colectivo da la impresión de cotidianidad, a pesar de trazos un poco forzados, logran reproducir la sensación de estar en una cena entre amigos.
Perfectos desconocidos es una puesta en escena donde la fortaleza radica en quienes están en escena, el trabajo actoral es de calidad consiguiendo que sea una experiencia teatral bastante grata.
Las funciones son el Nuevo Teatro Libanés por temporada indefinida, consulta precios y horarios, aquí.
