Fotos: Roberto Blenda
Por Omar Muñoz / Menelao, rey de Esparta, se encuentra en un salón de su palacio, acompañado por el alcohol y su dolor. Está completamente destrozado, pues en su ausencia, su esposa y gran amor, Helena, huyó en compañía de Paris hacia la ciudad amurallada de Troya. Este es el planteamiento de Menelao Rapsodia, un texto original de Simón Abkarian, que fue traducido al español por César Maurel y dirigido por Nicolás Sotnikoff. La obra está escrita en forma de monólogo y plantea el mundo de tristezas e inseguridades provocado por un amor perdido.
El espacio escénico está formado por dos bancos, una mesa redonda pequeña, floreros alargados con rosas en su interior y tres columnas bajas de orden dórico y jónico. El suelo está cubierto por pétalos de rosas rojas y todos los elementos están en tonos dorados y blancos. La escena está enmarcada por cámara negra alemana. Se trata de un espacio dentro de un palacio, pero también pareciera representar un lugar apartado de la vida: quizá el interior de una cámara mortuoria subterránea, sugiriendo la muerte interior y la soledad que experimenta Menelao.
El vestuario del personaje consiste en un traje negro con chaleco, corbata y una especie de gazné, que son acordes con el luto emocional que vive el rey. Conforme avanza la obra, el personaje se despoja de los elementos que le sobran: se “desnuda” ante los ojos del espectador.
Desgraciadamente, la iluminación no es del todo afortunada. Los cambios de luz tienden a ser abruptos y la luz de “back” es casi inexistente, lo cual provoca que los cuerpos de la escena carezcan de volumen.
La obra cuenta con la actuación de Nicolás Sotnikoff en el papel de Menelao, quien consigue encarnar a un personaje, lleno de matices y contradicciones, que está experimentando un gran duelo. Quiere odiar a Helena, pero no puede. Es una interpretación enérgica sobre lo irracional y lo bello del amor. La personalidad extrovertida del actor, así como, su acento al hablar, dotan a su actuación de un atractivo particular.
La producción también cuenta con la participación (solamente en algunas funciones) del músico Marco Paul, quien funge como interlocutor de Menelao, a la vez, que toca en la guitarra múltiples piezas musicales de tradición griega. Marco Paul, logra interpretaciones muy emotivas y luce una voz cálida, flexible y expresiva que, junto con la guitarra, genera el ambiente perfecto para la obra.
Menelao Rapsodia explora el lenguaje universal del amor y expone la vulnerabilidad de aquel que es abandonado por el ser amado. Es una producción que pareciera plantear, a manera de homenaje, la interpretación de un rapsoda sobre un poema épico y, de esta forma, aborda una historia que por todos es conocida, desde una perspectiva diferente.
Menelao Rapsodia se presenta todos los lunes hasta el 29 de abril en El77 Centro Cultural Autogestivo, consulta precios y horarios, aquí.
