Por Ro Tierno, Fotos: Cortesía Agustín Toia/ Luego de una gira por Europa, la compañía argentina Toia&Callaci presentará su obra durante todo septiembre por distintos lugares del país. En la CDMX estarán el miércoles 25 en el Centro Cultural El Hormiguero.
Oriundos de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe (Argentina), Agustina Toia y Severo Callaci ponen por primera vez un pie en tierra mexicana, seleccionados por el Festival Escena Abierta, celebrado en Guanajuato. Fieles a su filosofía de llevar su teatro a distintos públicos, la compañía viajará con El ángel de la valija a distintas partes del país, además de brindar un taller en Morelos, en colaboración con el dramaturgo Jaime Chabaud.
Toia&Callaci nace apenas en el 2017, a partir de un proyecto particular: traducir al italiano El ángel de la valija y llevar la obra a distintos escenarios de Italia. Así fue como esta pieza, interpretada por Severo Callaci y escrita por él y Sergio Mercurio, terminó de sellar su impronta universal y popular.
“Con Severo veníamos trabajando cada uno por su lado en la creación de universos, en la invención total del espectáculo, los dos somos formadores y damos talleres por todos lados, en esta búsqueda de un universo personal, haciendo un teatro muy anclado en lo físico como punto de partida. Severo trabajó mucho en Latinoamérica y yo en Europa, entonces nos unimos y proponemos una búsqueda que viene de diferentes lenguajes teatrales: el teatro topeng, antropológico, de la biomecánica teatral de Meyerhold”, expresó la directora y productora en entrevista para Cartelera de Teatro, Agustina Toia.
El ángel de la valija narra la historia de Ezequiel Sanguinetti, un hombre humilde que un día es designado para realizar un trabajo muy particular: ser un ángel. Desde allí comenzará una aventura entre el cielo y la tierra, plasmando en el escenario temas como la libertad y el apego, en un espectáculo donde el actor representa diez personajes con solo una valija, dos telas y un bastón.
“Severo va representando todo el universo de Ezequiel, y cada personaje es diferente, tiene una visión diferente del mundo. La idea era poder plasmar un universo real, pero también con un pie en el cielo, dentro del espectáculo está la filosofía de Spinoza, el universo de Borges, era como tratar temáticas universales profundas pero con situaciones cotidianas, con personajes que uno cruza todo el tiempo en la calle. La gente se siente muy identificada, con los sentimientos y las emociones que están ahí”, comentó Toia.
La directora expresó que su trabajo propone un “entrenamiento físico expresivo en búsqueda de la poética personal” y la pieza pretende mostrar personajes que tengan algo que decirle al mundo, con un “mensaje abierto, universal y desprejuiciado”, en un teatro “popular, abierto desde el lenguaje, donde nadie se quede afuera”.
El ángel de la valija ya estuvo en Guanajuato, en el Festival Escena Abierta, y tiene confirmadas funciones en Veracruz, Michoacán y Oaxaca. En el Estado de México estarán en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán el 24 de septiembre, y el 25 tendrán una única función el en Centro Cultural El Hormiguero, ubicado en la Colonia del Valle de la Ciudad de México.
Por otro lado, del 14 al 16 de septiembre, Toia&Callaci brindará un taller de teatro a un grupo comunitario, en colaboración con el dramaturgo mexicano Jaime Chabaud, en Tlaltizapán de Zapata, Morelos y en FES Acatlán, del 23 al 26 del mismo mes.
“Estamos muy contentos, no conocíamos a Jaime Chabaud, así que estamos muy ansiosos por conocerlo. Vamos a trabajar cuatro días con la gente del lugar, la propuesta que tenemos es bastante amplia, no solo es para actores y profesionales sino abierto para todos aquellos que quieran vivir una experiencia con respecto a lo personal, al imaginario y la creatividad, que es algo que tenemos todos. Nos gusta proponer estos talleres en realidades donde hay gente de todos lados y universos diferentes”.
Con una duración de 18 horas, durante el taller se trabajará a partir de la composición física del personaje y de la escritura, con ejercicios biomecánicos, en torno al espacio, el ritmo, los objetos y el vestuario. El objetivo es que vivan una experiencia en relación a la creación de un personaje, y desde la escena, crear un universo propio así como contar una historia.
“Hay algo muy hermoso que está pasando con el espectáculo y es que la gente no para de agradecer, termina la función y se pone de pie emocionada a aplaudirnos. La gente vive una experiencia al ver el espectáculo, es un viaje que cada uno hace de forma personal, te hace muchas preguntas. Se trata de poder plasmar lo que nos pasa a todos en el cotidiano, en la vida, pero de otra forma, con misterio, poesía y humor”.
