Fotos: Roberto Sosa
Por Roberto Sosa/ Ídolos, titanes…protagonistas. Figuras que el entorno social ponderó, y nos hizo creer infalibles e imprescindibles. La boda de Emilio está a punto de celebrarse y no está seguro de querer dar ese paso. Ama a su novia y desea vivir con ella, pero el matrimonio lo hace dudar. Con el smoking puesto y frente al espejo, se cuestiona si hará lo correcto; Pedro y Vicente son sus mejores amigos. El consejo de Pedro es que no se case; Vicente es gay, y piensa distinto.
En el teatro el tiempo es flexible y lo regresa 10 años atrás, justo antes del casamiento de Pedro. En la cocina, Emilio busca algo que beber, la cruda está terrible. El refrigerador y los estantes están vacíos, analogía de su propia existencia. Pedro está seguro de lo que quiere, recular es lo último que piensa hacer. “En dos horas es tu boda y estás cagado de miedo…”, le dice Emilio. “No es la primera vez que hago algo a lo pendejo…”, responde Pedro.
Fuimos héroes de Alfonso Cárcamo refiere el machismo desde la perspectiva de dos heterosexuales y un homosexual, el contexto es una boda. La obra es un divertimento con tres personajes donde la lectura de Coelho, la música de Arjona y el equipo de futbol Cruz Azul son referentes. Se trata de una comedia bien estructurada que nos habla del universo masculino, machista y misógino, que Cárcamo equilibra acertadamente con el personaje gay.
La dirección es de Antonio Castro, trabaja con el texto como valor principal del espectáculo; su labor con los actores, producción y creativos hacen brillar el carácter de la obra. Desde su perspectiva la obra cumple con el propósito. Organiza y compromete a todo el equipo a favor del espectáculo. Aborda la escritura desde una experiencia gozosa que transfiere al público. Bien logrado el resultado.
Las actuaciones son Leonardo Ortizgris (Emilio), Tizoc Arroyo (Vicente) y Mauricio Issac (Pedro). Están geniales, los tres reflejan sobre el escenario su talento actoral, quizá Mauricio y Leonardo un poco más que Tizoc, no obstante no difiere marcadamente con relación al trabajo de sus compañeros. Cada uno da en el calvo con su personaje y lo hace verosímil; sin duda una labor destacada.
Las protagonistas de esta historia son las mujeres, no aparecen, están ausentes; sin embargo la fuerza del texto radica en ellas. Ellas deciden qué rumbo toma el relato, hacia dónde se mueven las relaciones y emociones de sus parejas; y tal vez éstas no sean las “normales” que todo mundo cree. Vicente también tiene conflictos con su novio, acá nadie está exento de padecer por el amor de su pareja.
Ingrid Sac diseña la escenografía, iluminación y vestuario. Destacaría su labor en la escenografía; se trata de un departamento con estancia, pasillos y puertas, que gira y se transforma en una cocina. Con mucho sentido es bien aprovechado el pequeño espacio. El diseño sonoro es de Miguel Hernández. La producción general es de Cacumen Teatro.
Las funciones son en el Foro La Gruta hasta el 24 de marzo, consulta precios y horarios, aquí.
