Mariana Mijares y Fotos Adair Rodríguez y Cortesía Pinpoint/Integrarse a un montaje que se ha presentado en más de 20 países; que continúa en Broadway y que tuvo ya dos exitosas temporadas en la Ciudad de México, podría parecer intimidante. Pero Majo Pérez ha tomado como un reto, y un aprendizaje, convertirse en la nueva protagonista de La Obra que Sale Mal.

La actriz que ha sido parte de montajes como Mary Poppins, Wicked, y quien brilló en Noche de Reyes, nos habla de su experiencia en la obra que se presenta de viernes a domingo en el Centro Cultural Teatro II.

Adair Rodríguez

¿Habías hecho antes alguna obra que involucrara tanto clown?
Majo: No, nunca había hecho algo con tanto clown. Había estado en talleres de improvisación y todo eso, pero no de clown. Tuve como un taller intensivo, algo como muy específico de clown, de pasar el foco a mi compañero, que es mucho de miradas y de complicidad con el público; fue como muy exprés.

Pero estar en el escenario con estos maestros del clown, como Artús Chávez, o el Guana -que es un maestro de la comedia-, aprendes mucho de ellos y vas entendiendo esa complicidad. O momentos en donde sucede un chiste o se cae algo, como alargarlos, porque el público eso es lo que disfruta, estoy aprendiendo mucho eso.

En esta tercera temporada, ¿Tú les dijiste a los productores que querías formar parte del proyecto, o te llamaron a audicionar?
Majo:Guana me dijo que Camila Brett -una de las productoras-, quería mi mail porque me querían invitar a las audiciones. Eso me hizo muy feliz. Llegó la fecha para mi audición, fui, me recibieron espectacular y sentí que me fue muy bien, como que nos entendimos padre, fue un ambiente muy lindo. Pocos días después me hablaron para decirme que querían que formara parte de la obra; entonces fui muy, muy, feliz.

¿Cómo te sentiste en ese primer fin de semana que diste funciones?
Majo:Muy bien, la primera función, obviamente, con nervio. Después de los ensayos ya lo único que me hacía falta era el público; escucharlo, medir las risas, entonces por fin sucedió. Después de mi estreno pasó ese primer susto, y todo el fin de semana me sentí muy bien.

Muy cansada también porque es una obra que te exige mucho físicamente, y vocalmente porque no tenemos micrófonos o lavalier individual, solo micrófonos ambientales. Y qué maravilla poder decir esto, pero como las risas del público tapan nuestros diálogos, tenemos que subir el volumen para que nos sigan escuchando. Eso es lo que fui midiendo ese primer fin.

Se necesita muchísima energía, y eso que mi personaje, no hay que spoilear, pero tiene una participación menor a comparación de mis compañeros que sí se chutan toda la obra. Los admiro muchísimo porque es muy exigente, muy físico, hay mucho combate escénico.

Como comentas, este trabajo requería una preparación distinta a otros montajes; ¿nos podrías hablar de tu proceso de ensayos? ¿Y si ensayaste sobre todo con Ari Albarrán, con quien más juego tienes?
Majo:La verdad fueron ensayos medio exprés porque me aprendí todo en dos, tres semanas, y ni siquiera todos los días; nos veíamos dos, tres horas cada equis día. Jerónimo Best fue el director residente. Ellos tuvieron la fortuna de conocer a Mark Bell (el director original) pero se tuvo que regresar a Inglaterra, me imagino. Entonces Jerónimo es el encargado de cuidar la obra, de que todo lo que puso Mark se cumpla y se siga; él fue quien estuvo dirigiendo todas mis escenas.

Estuve mucho con Ari, tuve muchos ensayos con ella, de todo: combate escénico; cualquier cosa que necesitara; cualquier duda lo volvíamos a pasar. Hubo mucha disposición de su parte, y de todo el elenco. Fue muy bonito porque sé que también están cansados, pero prestarse para venir a los ensayos fue un gran acto, y también porque les interesa que esta obra salga bien.

Contrario a su título, la obra ha salido muy bien, esta es como una tercera temporada porque tuvieron dos temporadas previas en el Helénico, que les fue espectacular. Cuando yo la vi, con Irene Azuela, me encantó, morí de risa, y me tuvieron que apartar los boletos porque se agotaban.

En la segunda temporada se repitió el éxito y ahora nos está pasando lo mismo en esta tercera temporada aquí en el Centro Cultural, que tiene el doble de butacas que el Helénico. Entonces imagínate, para nosotros que nos digan que está agotado, es mucha emoción. El público ríe y ríe, y grita, es como una montaña rusa. Es muy padre hacer la obra, y verla, porque también me tocó.

Foto: Adair Rodríguez

Además es una obra para todo público…
Majo:Sí. Lo que me encanta es que es para toda la familia, no es nada más para llevar a los niños a que la vean y los adultos se aburran; o vayan los adultos y los niños se la pasen mal, es para cualquier edad.

Los niños se divierten mucho, los adultos también, y salen diciendo: ‘tienen que venir a ver esto, y si quieres yo te acompaño, y la vuelvo a ver’. Entonces es una bendición estar aquí, la verdad. Estoy muy, muy agradecida de haberme unido a esta familia, a este elenco increíble, súper unido; la producción también, los productores… ha sido muy bonito el recibimiento.

Habías hecho obras igualmente importantes; estuviste en Mary Poppins, en Wicked, en Noche de Reyes, además del aprendizaje de tus compañeros, ¿qué te está dejando este proyecto?
Majo: Es muy distinto, había tenido mucho más oportunidades y experiencia en el teatro musical, pero también me ha servido mucho traer como esa energía del teatro musical, -que a veces puede ser un poco más grande- que el teatro de texto. Creo que eso es lo que puedo aportarle, como mi huella o mi toque a este personaje. Noche de reyes creo que es algo que se podría acercar más a esto, más que Mary Poppins.

¿Si la reponen, regresarías a Noche de reyes?
Majo: Uf, me encantaría poderlo coordinar. Me la pasé increíble en esa obra. En Noche de reyes nos pasaba que tenía que ser como mucho más grande, y no quiero utilizar la palabra ‘sobre actuado’ porque no es así, pero era un tono que va un poco más allá; no llegar a la farsa, pero como que en esa línea.

Siento que En La Obra que Sale Mal estamos simulando una obra de los años veinte; como esas películas antiguas que era un poco más exageradas. Es como esa línea de no caer en lo sobreactuado ni en la farsa, pero no es tan natural. ¡Además que todo se está viniendo abajo porque la escenografía es la protagonista de esta obra! Nuestro trabajo es que parezca que es la primera vez que se está cayendo, o que nos agarra desprevenidos; es nuestro trabajo función tras función. Es un gran reto, pero es muy divertido.

Foto: Cortesía Pinpoint

¿Cuál es la parte que más te cuesta trabajo?
Majo:Cuando sucede todo lo de la pelea. Al principio me daba mucho miedo todo eso; pasa muy rápido, y debes reaccionar a los golpes. Pero ya, con la práctica se va perfeccionando.

Sí tienes que salir bien calientita de las articulaciones porque cualquier cosa podría lastimarte. Pero todo está muy medido, tenemos nuestras marcas en específico para que no suceda nada. Está muy padre, es muy divertido, y creo que lo que he aprendido es que tengo que salir y divertirme; entrarle al juego…

Y finalmente, Majo, para la gente que ya vio la obra, ¿por qué le dirías que vale la pena que vuelva a venir a La Obra que Sale Mal?
Majo: Porque estamos en un teatro un poco más grande, el público se la pasará increíble igual que en las otras temporadas, pero ojalá que me puedan acompañar en este nuevo viaje, en este nuevo reto.

Nunca está de más volverse a reír, y creo que tener un elemento nuevo en el elenco modifica a los demás; entonces que se den una vuelta, ¡pero compren los boletos con anticipación porque se nos están agotando! Y nada, van a pasarla bien porque creo que para eso es esta obra; para venir, reírse, pasársela bien y decirle a los demás que tienen que venir a verla…

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