Fotos: Cortesía Producción
Por Roberto Sosa/La historia se ubica en Sophiatown, municipio de Johannesburgo, Sudáfrica, a principios de la década de 1950; periodo en el cual el régimen del apartheid mantenía separados por la fuerza a la población negra de la blanca. Filemón disfruta servir el desayuno a su esposa Matilda, lo hace con gusto en lugar de hacerlo por obligación a los blancos. Comparten un baño comunal con otras treinta personas que viven en un barrio de tugurios, propios de Sophiatown. Un día su amigo Maphikela, le dice que su esposa se ve con otro hombre, regresa a su casa y los encuentra en la cama.
El amante sale huyendo cuando escuchan a Filemón entrar. Dejó su traje sobre una silla, es el testimonio de la traición. Filemón finge no saber nada, no reclama, guarda su ira; para Matilda el atuendo será un invitado, y lo deberá atender como a un huésped, comerá, dormirá con ellos y lo llevaran a pasear, si se niega, la matará. El castigo constituye una humillante situación para Matilda.
The Suit (título en inglés) es un cuento del escritor sudafricano Can Themba. Se publicó en 1963 en la edición inaugural de la revista The Classic, la historia fue prohibida por el régimen del apartheid. El escritor y editor sudafricano Mothobi Mutloatse y el dramaturgo Barney Simon adaptaron la historia y la presentaron con el mismo nombre, en noviembre de 1994 en el Market Theatre de Johannesburgo.
En 1999 Marie-Heléne Estienne y Peter Brook presentaron una traducción / adaptación francesa “Le costume”, en el Theatre des Bouffes du Nord de París. Ahora se estrena en México por primera vez en español bajo la dirección de Héctor Flores Komatsu, quien se refirió al impacto que le causo ver el original de Peter Brook. “Quedé inmediatamente enamorado por la sencillez del montaje y la fuerza de la historia, además de los múltiples mundos en los cuales se desenvuelve”.
El elenco está integrado con un equipo de artistas afrodescendientes: Jesús Delgado (Filemón), Krhistina Giles (Matilda), Francisco Pita (Maphikela) y Andranik Castañón (Keké). Cuenta con música en vivo interpretada por Jorge Záldivar, guitarra; Carlos Bañales Palacios, trompeta; y Sebastián Espinosa Carrasco, piano. La intervención está equilibrada entre actuaciones, música y canciones. Cabría destacar la labor de Giles, canta en tanzano, baila y actúa de forma espléndida.
El montaje es sencillo, cuenta con pocos elementos escénicos. El trazo escénico es en tres frentes. Las sillas multicolores transforman el escenario de donde surgen los espacios que anidan el relato. También se invita a personas del público a convivir con los personajes y con la historia. Los pies desnudos de los protagonistas no representan su pobreza económica, simbolizan las huellas que dejan en la tierra que pisan y les toca habitar.
El traje es una analogía con nuestro contexto, donde aún persiste la pobreza, desigualdad y marginación. Los protagonistas podrían existir en cualquier región de México, transgredidos por las condiciones de miseria en que subsisten. El hastío que vive Matilda es el mismo que viven miles de mujeres en este país. A los personajes la música y el baile los libera de su apabullante realidad.
Creativos: dirección musical, Sebastián Espinosa Carrasco; Iluminación y supervisión de escenografía, Emilio Zurita; producción, Rosa María Trujillo. Makuyeika: Colectivo Teatral la presenta en el teatro El Granero Xavier Rojas, de jueves a domingo, hasta el 21 de abril.
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