Por Ro Tierno, Fotos Cortesía Prensa FITLÂ / Con más de 10 años de historia, la compañía de Guadalajara Les Cabaret Capricho recorre Sudamérica y forma parte de la programación del FITLÂ.

Es difícil preguntarse por qué uno hace lo que hace, “me lo pregunto todos los días cuando me levanto”, me cuenta uno de sus integrantes, Andrés Aguirre, sentado en el bar La Estrella, por la zona centro de Buenos Aires, junto a sus compañeros Violeta Castro, Fernando Mánica y César Omar Barrios. Los estuve esperando un largo tiempo, están hospedados en La Paternal y para la entrevista debían acercarse hasta la zona icónica de Corrientes, donde están muchos de los teatros de la capital porteña.

Los Cabaret Capricho tiene una historia de más de 10 años, y forma parte importante del circuito artístico cirquero de Guadalajara. Su espectáculo es inclasificable, utilizan técnicas y formas del cabaret, circo, danza, música y clown. Cuando empezaron solo hacían cabaret y, paradójicamente, hace algunos años, fue Buenos Aires lo que motivó a su director, César Omar Barrios, a volver a México y organizar varietés con muy poco dinero, inspirado por la movida de la ciudad porteña. Hoy, con un gran esfuerzo económico, vuelven para presentarse en uno de los festivales latinoamericanos más representativos de la región, el FITLÂ.

“Empecé a juntar a la gente de circo para hacer Los Cabaret Capricho, que antes era solo un evento, donde la gente podía arrojarnos lechugas o flores. Como en Guadalajara no creían mucho en nosotros, no nos prestaban los teatros, así que lo hacíamos donde podíamos, en bares, en la calle o galpones abandonados”, comenta Omar Barrios.

Lo cierto es que a fuerza de voluntad y amor al arte (como suele ser), la compañía fue formando su identidad y su base, con ocho personas fijas y proyectos que pueden alcanzar hasta 36 participantes, entre teatreros, músicos, Vjs, y cirqueros. Además, se volvieron referentes de la movida en Jalisco, realizando la bienal FiCHo – Festival Internacional de Circo y Chou de México, donde participan compañías de todo el país y de otros lares. “Algunos venimos del cine, otros del teatro, biología, artes plásticas… la mezcla dio al grupo una identidad muy linda, que no es ni teatral ni cirquera, es teatro del cuerpo, teatro de imágenes, hay escenas que son solo contemplativas, sin la acción del texto ni del actor. Cuando era abierto al cabaret, éramos muchos, toda la movida cirquera de Guadalajara”, expresa.

En el FITLÂ estarán presentando los espectáculos Bonito, que abarca el tema de la efervescencia adolescente, y el Folk Chou, construido a través de estereotipos de la tradición y folklore de Jalisco. “Hacemos muchas críticas al folklore, tengo un amor/odio con mi ciudad. Hay un espectáculo que se llama Jalisco ambivalente, porque así tal cual tenemos doble personalidad, es un estado donde hay mayor índice de homosexualidad, y mayor índice de asesinato por homofobia. Tiene todo, los mejores antros, la comunidad gay es muy fuerte, pero a la vez están siempre en guardia por miedo a que los maten. Jalisco es ‘la tierra donde se dan los hombres’, así te dicen, y de ahí hay un montón de juego para la comedia”, explica César Omar.

Es inevitable hablar de México y no hablar de los recientes hechos ocurridos a partir del movimiento #Metoo. Una ola de mujeres, de todos los ámbitos artísticos, salió a través de la cuenta de Twitter a denunciar situaciones de abuso y discriminación por parte de hombres. Figuras de renombre fueron señaladas, algunas con consecuencias fatales. Esta nueva trinchera de las mujeres para defender nuestros derechos es válida, cuestionable para algunos, pero válida. “Creo que es tiempo de unirse a lo que sea. #MeToo tiene una intención positiva, es una necesidad, a mí no me han tocado vivir cosas muy duras, pero sí veo el machismo incorporado. Hay que unirse el movimiento y parar de odiar, señaló Barrios. Violeta Castro por su parte expresó, “yo estoy a favor del #MeToo, había mucho silencio, y fue el momento de salir. Está bien que se esté haciendo, pero tiene que haber una responsabilidad”.

¿Qué les interesa que le llegue a la gente con su arte?

Fernando Mánica: Cada espectáculo estamos regresando un poco a nosotros para compartir. Muchas cosas fueron cuadrando, y encontramos en nuestras historias de vida y cultura, el mismo cuerpo que es nuestra herramienta principal.

Andrés Aguirre: Yo me hago esta pregunta cada vez que me despierto. Ha sido difícil y fácil responderse. Ser una palomita en la conciencia de las demás personas, y también tratar de alargar la consciencia. La risa es el medio más fácil para entrarle a la gente, si te ríes y te diviertes, puedo entrar un poco más en ti, la risa libera los prejuicios, la mente, las emociones, podemos entrar más profundo. Lo que buscamos con el teatro es una utopía, que no sé si vamos a llegar pero queremos que el mundo sea mejor, parece banal, pero es muy serio. En la compañía decidimos hacer teatro porque no sabemos hacer algo más.

César: Desde chiquito mi vocación fue provocar, me gusta sacudirme a mí y a quien esté a mi alrededor, me refresca las ganas de vivir. Antes la compañía la definíamos como un escándalo cultural. Si bien nos gusta mucho la risa, en mi caso personal disfruto mucho hacer llorar a la gente, no en el mal plan, sino en la onda de la fragilidad, me borra la barrera con otra persona.

Violeta: Que se identifiquen y que recuerden cosas, eso es lo bonito, cuando estás en el escenario ellos se identifican con algo o recuerdan cuando eran niños. En nuestros espectáculos casi no hablamos, todo es teatro físico, danza, circo, entonces nuestra compañía es más de imágenes, creamos un espacio, una sensación. A la hora de la retroalimentación para nosotros es muy emocionante ver que conectaron, porque somos lo mismo, solo que nosotros estamos enseñándolo.

¿Qué significa para ustedes estar participando del FITLÂ?

César: Significa muchas cosas, aquí hay grupos que tienen muchos años, y para nosotros que no estamos tan cerca del teatro, cruzarnos con estos grupos más teatreros, donde se manejan textos y un formato que no manejamos, es muy lindo. A Gonzalo Alfonsín (director del FITLÂ) lo conocimos en nuestro festival, en Guadalajara, y fue muy lindo ver cómo fue creciendo y se hizo cada vez más grande, donde participa gente de todos los países y podemos intercambiar. Fue un esfuerzo muy grande poder venir acá.  No hay tantos encuentros donde vayan grupos de Latinoamérica, tenemos una identidad que generar, y nosotros como mexicanos quedamos afuera, siempre he sentido eso, los argentinos, los brasileños, siempre suben, pero los mexicanos nunca bajamos, tenemos mucho el imán de Estados Unidos, Canadá y Europa, estamos muy desconectados, se sabe poco de México acá, yo quisiera estar más cerca de Sudamérica.

Violeta: Estos encuentros dan para mucho, se intercambia con otros artistas y se generan otras cosas, en el que organizamos en Guadalajara pasa lo mismo, conectamos con otras personas, y es muy bonito poder quedarse durante todo el festival, porque eso hace que realmente haya un encuentro y se organicen cosas a futuro.

Viajar es siempre un encuentro, hacia adentro y hacia afuera. Les Cabaret Capricho dieron su primer show del FITLÂ en la ciudad de Laprida, provincia de Buenos Aires. Casi dos mil personas vieron su espectáculo en la calle. Personas a las que el teatro no les llega todos los días, función primordial de este festival, y personas a las que hoy México, gracias a este encuentro artístico, les resulta un país más cercano, por tanto, más hermano. No se puede encasillar, pero eso, es el Teatro Latinoamericano.

Los Cabaret Capricho estarán dando funciones en Guadalajara en Mayo y en noviembre organizan el FiCHo – Festival Internacional de Circo y Chou de México. Para saber más sobre esta compañía puedes ingresar a www.cabaretcapricho.com

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